Conversaciones con Nicola Cerantola II: “La Economía Circular necesita una fuerte política interna y externa en la empresa para ser puesta en marcha”

Posted by aclimaadmin | 08/09/2017 | Blog Aclima

 

No es la primera vez que Nicola Cerantola, experto en Economía Circular nos habla con pasión de la Economía Circular. En esta ocasión nos señala la necesidad de implantar esta metodología en las empresas y cómo deberían enfrentarse a esta situación.

 

¿Hay algún truco para convencer a una empresa, con un modelo que funciona desde hace décadas, de aplicar metodologías basadas en la Economía Circular? ¿Cómo hacemos para presentarlo como un valor añadido?

Esta es una buena pregunta. Realmente no estoy seguro de si se puede convencer, quizás sólo se pueda contagiar mediante un relato más atractivo, una historia mejor de la que nos venimos contando y creyendo durante el último siglo.

Inspirando, provocando y construyendo juntos, otro paradigma mejor que el actual, donde las personas vivan y trabajen dignamente y con un propósito, sean más felices y tengan más tiempo libre para disfrutar de sus queridos y de lo que les apasiona, quizás sea la mejor forma de publicitar el modelo circular.

Si no vemos esta realidad de abundancia y felicidad para todos, ¿para qué hacemos lo que hacemos? ¿Por qué seguir trabajando, preocupándonos por las cuentas de resultados y las ventas si el fin último no es el de vivir mejor?

La Economía Circular, como nueva forma de relacionarnos con el entorno natural y con los demás, supone convencernos de que sí es posible prosperar, conservando el capital natural y regenerando los ecosistemas vivos.

Se trata de un ejercicio de astucia, paciencia y persistencia que va más allá de las razones económicas que las hay, indudablemente, sino hacia la búsqueda de nuevas formas de producir y consumir más sensatas, que nos liberen de un modelo lineal que nos ha hecho esclavos del consumo, de los objetos y que ha fomentado la individualización de la sociedad, debilitando o aniquilando las comunidades locales y sus lazos, tan importantes para nuestro equilibrio personal.

El valor añadido de la Economía Circular está en tener la oportunidad única de repensar el por qué y cómo hacemos las cosas. Es una oportunidad para utilizar el conocimiento y las tecnologías que hemos desarrollado gracias a la explotación lineal con altísimo coste para el entorno y buena parte de la humanidad, para crear algo nuevo y mejor, capaz de satisfacer las necesidades humanas favoreciendo las condiciones que generan vida y prosperidad, en vez de destrucción y sufrimiento.

Si eso no bastara, podremos siempre recurrir a lo concreto, a lo que les gusta a los de finanzas o compras, diciendo que las estrategias de Economía Circular devuelven sentido común a las cosas. Permiten ganar soberanía en la cadena de suministro y en los recursos; innovar y ampliar nichos de mercados en un mundo en constante cambio; mejorar la eficiencia de los procesos y fomentar la colaboración y la resiliencia empresarial de la zona.

 

Toda implantación de nuevas tecnologías y metodologías implica un coste económico y cambios internos. ¿Está la industria preparada para enfrentarse a los “miedos” dentro de casa? Departamentos financieros, de recursos humanos, producción… ¿quién debe liderar este proceso?

La implementación de la Economía Circular, supone la transformación de las cadenas de suministro y distribución. Eso significa reducir notablemente la distancia de las mismas hacia una regionalización de los productos, sobre todo los que involucran grandes cantidades de materiales o recursos perecederos como los alimentos.

Hablamos de relacionar más estrechamente los diferentes departamentos para que entiendan que a solas, no se circulariza, es una cosa de varios, quizás muchos. Sin el claro compromiso de la dirección, nada se puede hacer.

La Economía Circular necesita una fuerte política interna y externa para ser puesta en marcha. Hay que difundir una nueva cultura empresarial interna; fomentar el intraemprendimiento; dialogar más y mejor con las instituciones; escuchar más a los clientes y ser más honestos con ellos, incluso hablar con vecinos y competidores. Es un trabajo diplomático sutil, delicado, que como una semilla se tiene que mimar al comienzo para que el brote se haga fuerte.

El proceso de transformación, por lo tanto, lo podrá llevar a cabo el/la típic@ “pesad@ del departamento de RSC”, que con enormes esfuerzo conseguirá alguna mejora tras años de luchas internas, o lo podrá liderar la dirección que, consciente de todo lo que puede significar , será capaz de transformar e innovar transversalmente, lanzando nuevo proyectos pilotos, nuevas líneas de negocio circulares, participando y colaborando con otras empresas en la circularización del entorno empresarial donde operan.

 

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