Que las empresas pasen del producir, usar y tirar; al reducir, reutilizar y reciclar es prioritario para generar riqueza de manera sostenible
El cuidado del medio ambiente ya no pasa solo por reciclar aquellos residuos que generamos, sino sobre todo por generar menos residuos. Un cambio de paradigma para evolucionar de una economía lineal en la que se produce, se usa y se tira, a una economía circular en la que se reduce, se reutiliza y se recicla. Una transformación que no solo debemos realizar a nivel individual, sino también a nivel empresarial. «En un mundo en el que los materiales son finitos, todos los sectores deberán adaptarse a estos cambios si quieren seguir generando riqueza y trabajo de una manera sostenible», alertan desde Aclima (cluster de empresas del sector medioambiental del País Vasco).
«La economía circular constituye una oportunidad tanto para las empresas de Aclima como para las empresas de otros sectores económicos. Tal y como hemos plasmado en nuestro reciente Plan Estratégico, los factores de sostenibilidad, entre ellos la economía circular, y el cuidado medioambiental pueden hacer al resto de sectores y sus empresas más competitivas, sobre todo en el ámbito industrial», aseveran desde el cluster. «Existe un amplio margen para mejorar los procesos industriales mediante la economía circular, aplicando el ecodiseño en los productos y procesos, la remanufactura, la reutilización o el reciclaje sistematizado. De este modo, las industrias pasarán a ser más respetuosas con el medio ambiente, además de ahorrar costes aprendiendo a convertir en más efectivos sus procesos», recomiendan.
Ingresos millonarios
Los datos indican que la economía circular en Euskadi supone el 1,12% del PIB, con unos ingresos brutos anuales de 764 millones de euros, según el informe ‘Diagnóstico Economía Circular en la Industria del País Vasco’. Actualmente, son más de 150 las empresas del sector industrial que están aplicando prácticas o modelos circulares como ecodiseño, servitización, remanufactura, análisis de ciclo de vida, o declaraciones ambientales. Sobre todo, se trata de compañías de los sectores de la automoción, equipos de transporte, equipos eléctricos y electrónicos, máquinaherramienta, metal, químico, mobiliario, edificación y servicios ambientales. En concreto, según un estudio realizado por Ihobe con Mondragón Unibertsitatea en el ámbito del proyecto Remacompid, en Euskadi ya existen 42 empresas que remanufacturan y otras 155 con el potencial para ello, por lo que en 2025 podría casi triplicarse la facturación empresarial en este ámbito.
La adecuación a las prácticas de Economía Circular del sector industrial vasco supondría una reducción del 6% en el consumo de materias primas y un ahorro económico por valor de 2.000 millones de euros. «Hemos de tener en cuenta que este sector emplea unos 46,5 millones de toneladas de materias primas al año, de las que más de un 70% son importadas. Su peso en la generación de residuos es muy alto, ya que genera el 72% de los registrados anualmente en Euskadi. Por estas razones, la implantación de la economía circular redundaría en beneficios tanto de ahorro económico como de mejora ambiental», afirman desde Aclima.
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