El cambio climático es ya una realidad. Las recientes imágenes del deshielo en Groenlandia son el máximo exponente de una emergencia medioambiental, pero las devastadoras consecuencias de este fenómeno también se han comenzado a notar en la CAV.
Según el Perfil Ambiental de Euskadi, entre 1993 y 2017 se ha producido un aumento del nivel del mar de 70 milímetros y en 2017 se registraron doce eventos meteorológicos severos. Se trata de datos incuestionables que arrojan una prospección descorazonadora: se estima que para 2100 se produzca una disminución de la precipitación anual del 15%, mientras la temperatura atmosférica aumentará 1,5 grados, lo que traerá consigo una mediterranización del clima.
De esta forma, se concluye que el 100% de los municipios vascos corre riesgos de sufrir olas de calor y situaciones de sequía, mientras que ocho de cada diez padecerán inundaciones, el 23% derivadas por la crecida del nivel del mar.
Con este panorama en mente, el Gobierno Vasco ha decidido tomar cartas en el asunto y dar prioridad a la lucha contra el calentamiento global, considerándola una estrategia prioritaria de cara a los próximos años.
El primer paso para ello fue declarar, a finales de julio, la situación de emergencia climática. Pero el compromiso del Gobierno Vasco va más allá. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu trabaja para que Euskadi cuente con su propia Ley de Cambio Climático el próximo verano, una norma que compromete a las instituciones a impulsar políticas públicas que pongan en marcha medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, así como a invertir los recursos económicos necesarios para hacer de Euskadi un territorio con una economía neutra en carbono. Se tratará de una ley cuyos planes de acción se actualizarán cada diez años, ajustando así los objetivos de los mismos.
La nueva ley obligará a las administraciones, que deben ser ejemplerizantes, pero también a las empresas, industrias y a la sociedad en general y contempla sanciones desde 600 euros a 2,5 millones de euros en función de la gravedad de las infracciones cometidas.
Euskadi sigue así el ejemplo de otras comunidades autónomas como Catalunya, Andalucía y Baleares, que ya han aprobado su propia normativa a este respecto.
Precisamente para articular la estrategia vasca en torno a la lucha contra el calentamiento global, el Gobierno Vasco trabaja ya con un borrador. Las previsiones son que el consejo de Gobierno apruebe el anteproyecto a finales de este año para dar comienzo así a principios de año a la tramitación y debate parlamentario.
Aunque queda trabajo para que el texto definitivo se apruebe, dos serán las cuestiones sobre las que pivotará la nueva ley. Impulsar, por un lado, aquellas medidas que permitan que la CAV se convierta en un territorio neutro en carbono y, por otro, la transformación hacia economías más competitivas y climáticamente neutras. Dos cuestiones que son fundamentales si se tiene en cuenta que, en la actualidad, el 80% de la energía que se consume en Euskadi proviene de combustibles fósiles importados.
Fuente: Noticias Gipuzkoa