¿Qué es la Compra Pública de Innovación (CPI)?

La CPI supone un auténtico cambio de paradigma en el ámbito de las licitaciones públicas. Un nuevo marco de actuación que no solo cambia los roles preestablecidos en dicho campo, sino que abre un nuevo mundo de posibilidades tanto a la administración pública como a las propias empresas, sirviendo como herramienta fundamental para ambas.

A través de este nuevo instrumento se busca promover la innovación técnica a través de la demanda. Es decir, teniendo como objetivo prioritario potenciar sectores públicos considerados como estratégicos, esta nueva actuación administrativa permite fomentar el desarrollo de soluciones innovadoras desde la propia contratación pública.

Cambios y beneficios

El sector público siempre se ha caracterizado por tener cierto miedo a innovar. Sin embargo, la CPI ha demostrado ser lo suficientemente dinámica como para romper los moldes preestablecidos y cambiar los procesos de compra de la administración.

Desde esta perspectiva, se sugiere un cambio en el que el sector público pasa a ser un comprador inteligente, que busca cubrir sus necesidades y objetivos propios mediante la licitación de nuevos productos innovadores. Por su parte, las empresas se deben comprometer a realizar innovación abierta compartiendo su conocimiento con la administración.

Los beneficios para el sector público son claros; consigue cubrir sus necesidades optimizando sus resultados y mejorando la calidad de las políticas públicas elaboradas. Además, al existir un diálogo directo entre la administración y el mercado, la transparencia se vuelve más necesaria que nunca, algo que va en sintonía con los nuevos enfoques existentes en la llamada nueva gestión pública. De la misma manera, el sector público consigue obtener conocimiento en áreas donde su conocimiento es más limitado.

Así, desde la Compra Pública Innovadora se plantea una más que interesante oportunidad para los emprendedores y start-ups, en un modelo win-win donde las líneas estratégicas de la administración comparten protagonismo con la innovación técnica empresarial.

Notas visuales del Curso Técnico de Compra Pública de Innovación. Zaragoza, 2016.

¿Cómo se instrumentaliza la CPI?

El primer paso a realizar no es otro que la identificación de las necesidades y objetivos marcados por las líneas estratégicas de la administración. Tras realizar un estudio de los fines, es necesario clarificar si existe la posibilidad de los que los retos tecnológicos planteados puedan ser abordados desde la CPI. Esta fase tiene especial relevancia ya que significa una nueva forma de trabajar para la Administración, identificar ideas o proyectos innovadores desde la fase previa a su licitación, bajo un modelo de colaboración público-privado. Aun no siendo la manera habitual de trabajo por parte de la Administración, las Administraciones pioneras en esta materia (especialmente las relacionadas con los servicios sociales), lo llevan haciendo desde hace ya algunos años.

Tras conocer las necesidades se inicia un diálogo técnico constante con el mercado en el cual las empresas presentan sus ideas innovadoras para cubrir las mismas. Una vez conocidas las diferentes alternativas, tocará a la administración evaluarlas y decidir cual se ajusta mejor a sus necesidades.

Posteriormente se darían los procesos de licitación de la administración pública. Una vez seleccionado el adjudicatario y diseñado el contrato, la siguiente fase pasa por la formulación y desarrollo del producto. Una fase que no termina con la ejecución del servicio como tal, sino con el posterior seguimiento y evaluación de los resultados derivados del mismo.

El objetivo final de todo este proceso no es otro que cubrir las necesidades del administrado, es decir, dar un servicio óptimo al usuario final. Una meta que no debe ser olvidada por ninguna de las partes.

El ámbito medioambiental es un sector donde la innovación ha sido una constante tanto en la prestación de servicios como en la mejora de la eficiencia e impacto ambiental de los procesos productivos. Con la CPI se abre una vía para situar la ecoinnovación como uno de los pilares en la agenda del sector público-privado vasco. Para ello es clave que las diferentes Administraciones con competencias en el ámbito ambiental, cuando definan sus planes estratégicos, planes de gestión anual o presupuestos, definan qué ámbitos de su gestión son susceptibles de avance bajo metodologías de CPI.

Jornada sobre CPI organizada por Aclima

La CPI en Euskadi

Las experiencias de CPI en Euskadi se limitan prácticamente a las iniciativas lanzadas desde la Oficina de CPI de Osakidetza, cuyo responsable, Xabier Ibarzabal, participó en la jornada que Aclima organizó a finales de marzo con el objetivo de impulsar el uso de esta herramienta por parte de las instituciones públicas vascas en proyectos medioambientales. Expertos en la materia como Francisco Javier Vázquez Matilla, Abogado Experto en contratación pública de la Comisión Europea y Miguel Ortiz, coordinador de Compra Publica de Innovación de CDTI, que ilustraron a los asistentes sobre los principales conceptos y beneficios de la CPI.

Por otro lado, existen en Euskadi empresas con referencias en los procesos de CPI que se han llevado a cabo en otras regiones, principalmente Galicia, que también pudieron aportar su experiencia y punto de vista en la Jornada.

Las instituciones públicas vascas asistentes a la Jornada nos trasladaron su interés en aprovechar las oportunidades que ofrece la CPI y Aclima puede ayudar en el proceso de participación público-privada, de manera que tenemos todos los ingredientes para impulsar la innovación en el sector ambiental a través de la CPI con éxito.