La institución foral persigue un doble objetivo: la aplicación de técnicas innovadoras que permitan ofrecer un servicio más eficaz a la ciudadanía y optimizar los recursos públicos, al mismo tiempo que se apoya el desarrollo de una empresa de reciente creación de nuestro territorio. Como en la experiencia realizada en Gorliz, los datos recogidos por los sensores instalados en los contenedores se monitorizarán diariamente, se integrarán en una plataforma de análisis y se enviarán a Garbiker semanal y mensualmente para poder optimizar la organización del servicio de recogida de los contenedores y conocer el comportamiento de las y los usuarios.
Como en el caso de la prueba piloto realizada en 2017, con esta iniciativa se persiguen dos objetivos: por un lado la implantación de técnicas innovadoras para ofrecer un servicio más eficaz a la ciudadanía y, por otro lado, apoyar el desarrollo de una empresa de reciente creación de nuestro territorio y contribuir así al fortalecimiento de nuestro tejido empresarial.
El sistema de monitorización que se instalará en los contenedores de estos seis municipios es el mismo que el desarrollado en Gorliz: se coloca un sensor inalámbrico en cada uno de los contenedores, que recoge datos sobre el nivel de llenado y la temperatura a la que se encuentra el depósito. Este aparato también informa sobre incidencias, como posibles incendios, vuelco, desbordamiento, obstrucción o fuga en los contenedores. Todos estos datos se monitorizan diariamente en una plataforma de análisis y se envían semanal y mensualmente a Garbiker (salvo las incidencias, de las que se da cuenta en el momento en el que se produzcan), vía correo electrónico. Además, los datos recogidos pueden consultarse a través de una plataforma web en cualquier momento del día.
Gracias a este sistema de monitorización, se pueden optimizar las rutas de recogida, ya que se conoce con exactitud qué contenedores se encuentran llenos para proceder a su vaciado. Y ello redunda, a su vez, en un ahorro de los costes del servicio y una mejor organización del trabajo, ya que las rutas se establecen en función de los niveles de llenado de los contenedores, además de reducir la huella ecológica del servicio de recogida de los contenedores.
El sistema -que puede implantarse sin problemas en los contenedores amarillos porque los envases ligeros no generan olores ni lixiviados y, por tanto, la recogida puede adecuarse al llenado- permite también conocer el comportamiento del servicio y determinar sus niveles de uso por días, semanas o meses el rendimiento comparativo por ubicación de los contenedores o cómo influyen los días festivos y los eventos en la necesidad de recogida, entre otras cuestiones.
La prueba piloto realizada en Gorliz ha permitido conocer algunos aspectos relevantes del hábito de uso de los contenedores monitorizados (seis) ubicados en diferentes zonas de esta localidad costera. Las mediciones de temperatura realizadas en estos depósitos concluyeron que la temperatura máxima en todos ellos se registró el mismo día, 21 de junio, debido a las altas temperaturas ambientales registradas en esa jornada.
Con respecto al porcentaje de llenado, tres de los contenedores monitorizados tuvieron un porcentaje medio de llenado del 30%, lo que implica un nivel bajo de uso, y en otros tres no se supera el 50% de media y sus porcentajes de llenado máximo se alcanzaron en escasos días, por lo que también puede decirse que tienen un nivel bajo de uso. Al analizar el promedio de nivel de llenado por día de la semana, se constató que los domingos eran las jornadas en las que ese porcentaje de llenado es mayor (45,83%) y los viernes fueron las de menor porcentaje de llenado (15,52%).
Tras el análisis de estos datos, se plantearon 7 medidas de cara a futuro:
Fuente: DIPUTACIÓN FORAL DE BIZKAIA