El Gobierno vasco permitirá ampliar tres vertederos en Bizkaia y reabrir el de Artxanda

Posted by aclimaadmin | 17/11/2022 | Sector News

Aunque el volumen de desechos que acaba en los vertederos vascos es mucho menor que hace unos años, el derrumbe del vertedero de Zaldibar en febrero de 2020 privó a la industria vasca de uno de los principales lugares en los que deshacerse de los residuos y obligó a desviar a otras comunidades buena parte de ellos. Tras el cierre de las instalaciones de Larrabetzu y Mutiloa, el déficit de capacidad de vertido de Euskadi, que ‘entierra’ en casa 1,5 millones de toneladas al año, se ha elevado a las 400.000.

El Gobierno vasco cree que faltaría espacio para unas 4,7 adicionales hasta 2030. Por ello permitirá la ampliación de tres escombreras en Bizkaia –la de Igorre, la de Betearte en Mallabia, y la de Bistibieta, en Lemoa– y la reapertura de la de Artxanda. También hará que crezca la capacidad del de Epele, en Bergara, y del de Gardelegi, en Vitoria.

El Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente entrará en los consejos de administración de algunos de los vertederos mediante la compra de participaciones o tomará parte activa en el seguimiento de la ampliación. El objetivo es no tener que enviar más basura a otras comunidades a partir de 2024. La piedra angular de la red será la instalación de Igorre, la de mayor capacidad, que hasta 2030 podrá acoger 1,6 millones de toneladas. Instalado en un terreno público pero gestionado por una empresa privada, la Administración ambiental pasará a formar parte de su gestión. El Departamento adquirirá parte de la sociedad promotora de la restauración ambiental del vertedero de Artxanda, un proyecto que está suscitando mucha polémica entre los vecinos y ecologistas porque se proyecta junto al futuro parque metropolitano previsto en la zona.

Podrá albergar 1,2 millones de toneladas de tierra y de residuosde construcción. Empezará a funcionar en 2024 y lo hará durante seis años. «Allí existe material peligroso en una superficie no impermeabilizada. Se recogerán los residuos, se restaurará y se captarán tierras y áridos de las obras de Bizkaia», relató la consejera Arantxa Tapia. La instalación de Zalla, mientras, continuará con su actividad y recibirá 1,3 millones de toneladas hasta 2030.

Instalaciones privadas que estaban a punto de cerrar, como la de Betearte de Mallabia, seguirán admitiendo residuos hasta 2024, mientras que el vertedero de Lemoa lo hará hasta 2027. Los alcaldes de estos dos municipios anunciaron ayer que se oponían a esta medida.

El Gobierno vasco asegura que las ampliaciones son «temporales». Se cree que dentro de ocho ejercicios el volumen de vertido necesario se reduciría a las 300.000 toneladas porque, entre otras cosas, en los próximos años

también se prohibirá el vertido de muchos materiales para favorecer que tengan nuevos usos y porque no reciclar será cada vez más caro. Por eso, 2030 sería también el último ejercicio de funcionamiento del vertedero de Artxanda. A partir de entonces, en Bizkaia solo quedarían en activo el basurero de Igorre y el de Zalla. El de Gardelegi, en Álava, y el de Aizmendi, en Gipuzkoa.

Más inspecciones

Pero el Departamento también analiza otras tres escombreras de inertes que podrían albergar celdas de determinados residuos que ahora no se pueden reciclar, pero que puede que en diez años sí. También se garantizará que durante las siguientes tres décadas a la clausura del vertedero la gestora se haga cargo de su seguimiento ambiental. Se tratará, asimismo, de recuperar el metano para evitar emisiones y se podrán instalar placas fotovoltaicas, según Tapia. Además, se intensificarán las inspecciones.

El equipo encargado de las labores de inspección y sanción ya se ha ampliado en tres personas y se sumarán otras doce. «La experiencia nos dice que hay que hacer un seguimiento más estricto y cada tres meses examinaremos cómo se están llenando los vertederos», apuntó. Desde el desastre de Zaldibar se han realizado estudios de estabilidad en seis basureros y se han examinado una vez al año.

 

Betearte, en Mallabia, funcionará hasta 2024

El vertedero privado de Betearte de Mallabia podrá albergar 100.000 toneladas más de residuos entre 2023 y 2024, cuando se prevé que recepcione 60.000 de forma previa a su clausura. Se modificará su autorización ambiental de forma sustancial.

Bistibieta, en Lemoa, alarga su vida 5 años

La instalación de Bistibieta de Lemoa, que es privada, es la única de Euskadi que puede albergar fibrocemento. Su vida útil terminaba este año, pero albergará 105.000 toneladas más de residuos hasta 2027. También se modificará su licencia.

Igorre, donde más residuos se verterán

Tiene una capacidad de 2,6 millones de toneladas y está situado en un suelo de titularidad pública, aunque lo gestiona una empresa privada. Su dirección pasará ahora a ser público-privada. Entre 2023 y 2030, acogerá 1,6 millones de toneladas.

Fuente: El Correo

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