Un ejemplo de esta tendencia es la formulación de los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se trata de un conjunto de 17 objetivos y 169 metas a cumplir para el año 2030, surgidos en la Cumbre de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas celebrada en 2015. Los ODS suponen una continuación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), pero con una importante novedad: involucran a la empresa privada para poder cumplir los objetivos, además de los Gobiernos, las organizaciones de la Sociedad Civil y la ciudadanía.
Las empresas, tal y como afirman nuestros amigos de ECODES, son un factor indispensable para cambiar los actuales modelos de producción y consumo, corresponsables en gran medida de los problemas ambientales, ecológicos y de escasez de recursos que afectan a nuestro planeta en la actualidad.
Además, cada vez está más claro que la responsabilidad social y ambiental de las empresas es un nuevo valor que permite que aumenten su competitividad, haciendo posible la diferenciación, la reducción de costes, la correcta gestión de los riesgos y el incremento de la productividad y satisfacción de empleados y clientes.
Sinergias con los Gobiernos locales y regionales
Naciones Unidas considera a las administraciones subnacionales como piezas clave para la implementación regional de los ODS, ya que la intención es que su aplicación comience en lo local y más cercano a los ciudadanos. En Euskadi, Gobierno Vasco ha tenido en cuenta los ODS en el desarrollo de su estrategia para la presente legislatura. Los ejes en los que se pretende trabajar son:
Prueba de este último punto es el evento sobre “ODS y empresas, tendencias y oportunidades”, que organizó el pasado 15 de febrero Gobierno Vasco junto con Innobasque y la Red Española de Pacto Mundial, entidad con el mandato de Naciones Unidas para el impulso de los ODS en el sector privado.
En dicho evento, además de conocer el trabajo que desde Global Compact se está llevando a cabo para sensibilidad, asesorar y apoyar a las empresas que decidan incorporar las ODS en su estrategia, y la apuesta de Gobierno Vasco por este tema, pudimos conocer ejemplos de buenas prácticas en empresas:
¿Qué puedo hacer como empresa? ¿Y como ciudadano?
En la actualidad 117 empresas de Euskadi integran en sus negocios estrategias en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anticorrupción. No es un mal inicio pero es indispensable un esfuerzo continuado y compartido para que entre todos, empresas, instituciones y ciudadanos, mejoremos nuestro mundo. Pacto Mundial dispone en su página web de Herramientas para ayudas a las empresas y un recopilatorio muy inspirador de Buenas Prácticas.
También Naciones Unidas en su página web ofrece una “Guía de los vagos para salvar el mundo” orientada a los ciudadanos normales que quieran colaborar en su día a día a mejorar el planeta.
Lo cierto es que es imposible cambiar el mundo si no es con la participación de las empresas. En Aclima somos conscientes de este hecho y desde hace ya un tiempo venimos poniendo en valor a la empresa privada como agente cómplice en el cambio de modelo económico, apostando por las Nuevas Economías.