La ría dejó hace años de ser marrón y maloliente gracias al ‘Plan Integral de Saneamiento del Bilbao Metropolitano’ que el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia impulsó hace cuatro décadas.
Dentro de esta estrategia, «la más importante en materia medioambiental llevada a cabo en el País Vasco» con una inversión de más de 1.000 millones de euros, se incluía la construcción del sifón de la Universidad de Deusto, una infraestructura valorada en 7,2 millones que ahora cumple 25 años.
Durante este tiempo, el sifón ha permitido trasvasar las aguas residuales de la margen derecha de la ría a la izquierda en su camino hacia la depuradora de Galindo. «Vivimos mirando a la ría gracias a los 119 millones de metros cúbicos de aguas residuales tratadas y a las 140 estaciones de bombeo que lo posibilitan», calculó ayer Kepa Odriozola, presidente del Consorcio de Aguas, con motivo del aniversario de la infraestructura. «Una actuación que ha supuesto, además, la gran regeneración de los entornos urbanos, la mejora ambiental de nuestro territorio y la construcción de una cultura de sostenibilidad y eficiencia de la que ya no podemos prescindir», defendió.
El saneamiento de la ría también ha permitido «recuperar la fauna y flora de un espacio vivo y natural», según concretó el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. De hecho, en sus aguas viven ahora más de 60 especies de peces, lo que ofrece una imagen radicalmente distinta a la de hace 40 años.
Un valor «difícil de calcular»
El progreso que ha proporcionado el sifón se mide, afirmó el regidor, «en términos de calidad de vida, de recuperación medioambiental y de impulso de la ría como nuevo escenario de eventos». Porque el tratamiento de las aguas residuales ha impulsado, en este sentido, «actividades lúdicas o deportivas como pruebas de remo o el Bilbao Triatlón». Mejoras, todas ellas, con un valor económico y social «difícil de calcular».
El sifón está formado por dos grandes pozos verticales unidos por un túnel. Las aguas llegan desde la Universidad de Deusto a la altura del Museo de Bellas Artes
y recorren ocho kilómetros hasta la depuradora de Galindo, en Sestao. Un procedimiento que se vigila desde el edificio de control, próximo a las instalaciones académicas, donde se celebró el acto conmemorativo, en el que estuvieron presentes los responsables institucionales que en 1997 pusieron en marcha este equipamiento.
«Los sistemas de saneamiento son una pieza clave para la sostenibilidad del planeta», remarcó Odriozola, en relación con los planes que el Consorcio tiene previsto ejecutar para este año. La entidad, integrada por 97 municipios, invertirá 30 millones en el saneamiento de las aguas.
Fuente: El Correo