La revisión de la Directiva sobre envases y residuos de envases (PPWD, por sus siglas en inglés) es una oportunidad única para ampliar un sector de reutilización competitivo en Europa y revertir una adicción de medio siglo a los envases de un solo uso y niveles récord de residuos, escribe Delphine Lévi Alvarès.
Delphine Lévi Alvarès es coordinadora de la alianza Rethink Plastic y de la campaña #WeChooseReuse.
Europa se enfrenta simultáneamente a los niveles más altos de residuos de envases de la historia y a los niveles de reutilización más bajos de la historia. Los residuos de envases se encuentran actualmente en 178 kg por persona por año.
Al mismo tiempo, la reutilización ha disminuido rápidamente en todos los Estados miembros donde se dispone de datos. En el caso de Dinamarca, los rellenables para bebidas se redujeron del 93 % al 13 % entre 1999 y 2019.
En otras áreas políticas, Europa busca desesperadamente soluciones para reducir su dependencia insostenible de los recursos naturales, en particular el gas y el petróleo. Sin embargo, los combustibles fósiles siguen constituyendo una de las principales materias primas para los envases.
El año pasado, la alianza de ONG Rethink Plastic publicó un análisis que muestra que aumentar la reutilización al 50% para 2030 en los sectores de comida para llevar, comercio electrónico y cuidado del hogar podría ahorrar 3,7 millones de toneladas de emisiones equivalentes de CO2, 10 mil millones de metros cúbicos de agua y casi 28 millones de toneladas de materiales.
En el contexto del Green Deal, la UE se comprometió a hacer que todos los envases sean reutilizables o reciclables de manera rentable para 2030. La revisión del PPWD tiene como objetivo cumplir este objetivo, ya que la legislación actual claramente ha fallado hasta ahora, en particular por centrarse demasiado en gestionar los residuos de envases en lugar de prevenir y reducir los envases en primer lugar.
La sugerencia de los responsables políticos de establecer objetivos de reutilización podría desempeñar un papel fundamental en el apoyo a la reducción y reutilización de los envases.
Sin embargo, ha recibido repetidas reacciones negativas de los productores de envases de un solo uso, quienes argumentan que los envases reutilizables pueden tener una huella ambiental mayor en comparación con las alternativas de un solo uso.
Estos argumentos a menudo se basan en suposiciones discutibles, modelos de reutilización ficticios que no parecen reflejar el rendimiento del mundo real y se realizan sin revelar los datos detrás de sus resultados.
Está claro que los sistemas de reutilización deben diseñarse de manera que 1) minimice los impactos de áreas clave como el lavado y el transporte, 2) garantice el acceso a los sistemas de reutilización para todos y 3) asegure la interoperabilidad de diferentes esquemas y diseños de empaque.
El uso de la revisión de PPWD para establecer estándares claros no solo para el diseño de los envases, sino también para los sistemas dentro de los cuales operan, como los sistemas de agrupación, es una clara oportunidad para generar ahorros de recursos y climáticos .
La definición de reutilización es crucial y debe centrarse en los sistemas de reutilización que se pueden medir fácilmente y que seguramente lograrán múltiples usos. La UE y sus Estados miembros tienen la responsabilidad de evitar que la reutilización “falsa” inunde el mercado y socave la intención de la transición a una economía circular.
Muchas marcas ya están comercializando productos como reutilizables, aunque en realidad no están diseñados para ser reutilizados o todavía se venden en plásticos de un solo uso .
Estas prácticas deben evitarse mediante requisitos estrictos en la legislación de la UE sobre el etiquetado de los envases y la próxima legislación sobre declaraciones ecológicas.
Este otoño, la Comisión Europea debe aprovechar la oportunidad para poner el listón alto en la reutilización y responder al llamado de más de 100 000 ciudadanos , empresas y autoridades locales comprometidos con el desperdicio cero, para eliminar gradualmente los envases de un solo uso que derrochan.
Fuente: Euractiv.com