La necesidad de tomar conciencia sobre los contaminantes emergentes

Posted by aclimaadmin | 01/02/2018 | Uncategorized EN

Hasta hace bien poco no se tomaba generalmente en cuenta el impacto ambiental de una serie de productos de uso cotidiano, cuyas formulaciones químicas o las interacciones que causan con otras sustancias pueden provocar daños sobre el medio ambiente y la salud humana. Nos estamos refiriendo a los llamados contaminantes emergentes, que incluyen compuestos presentes en productos que todos empleamos a diario en nuestros hogares, como los fármacos, productos de limpieza e higiene personal, pesticidas etc.

Se trata de contaminantes no necesariamente persistentes pero solubles en agua, por lo que pueden causar efectos en los seres vivos, ya que se acumulan en los tejidos. De esta manera se corre el riesgo de que sus efectos se perciban en la población a través de los alimentos.

En concreto, hablamos de medicamentos como el ibuprofeno, la codeína, los antihistamínicos o los anticonceptivos; cosméticos como las sustancias con microplásticos, champús anticaspa con zinc o fragancias sintéticas; productos de limpieza, desde detergentes hasta toallitas húmedas, con diversos componentes tóxicos etc.

Su vertido supone un problema sanitario y ambiental. Además, al tratarse de un problema relativamente reciente, no están suficientemente investigados y la regulación legal tiene recorrido para delimitar más su gestión y garantizar la seguridad. De todas maneras, ya se están investigando sus efectos y existen iniciativas públicas para paliar las consecuencias negativas derivadas de su uso.

Actuaciones públicas

Aunque la variedad de productos y sus posibles interacciones con otras sustancias del entorno hacen que sus consecuencias puedan ser muy diversas, los científicos están investigando sistemáticamente estas sustancias para analizar su influencia en el medio.

La Unión Europea tiene una lista de sustancias bajo vigilancia y se hacen estudios para definir cuál es su efecto y qué límite se deberían poner en vertidos y calidad de aguas. Cada año se añaden nuevos compuestos a este listado.

Generalmente los contaminantes se clasifican en:

Sustancias preferentes: aquellas que presentan un riesgo significativo para las aguas superficiales debido a su especial toxicidad, persistencia y bioacumulación o por la importancia de su presencia en el medio acuático.

Sustancias prioritarias: las que suponen un riesgo significativo para el medio acuático comunitario y las aguas utilizadas para la captación de agua potable. Dentro de éstas se encuentran las sustancias peligrosas, aquellas que son tóxicas, persistentes y bioacumulables.

Se entiende como contaminante emergente todo contaminante previamente desconocido o no reconocido como tal, cuya presencia en el medio ambiente no es necesariamente nueva, pero sí la preocupación por las posibles consecuencias de la misma.

Aclima, junto a la Agencia del Agua del País Vasco (URA) y los consorcios de aguas vascos, estudia los contaminantes emergentes antes y después de que acaben en las plantas depuradoras en Euskadi, vigilando sus niveles y posibles efectos.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos para prevenir este problema?

Lo fundamental es tomar conciencia del problema y vigilar los hábitos de eliminación de residuos en nuestros hogares, ya que en muchas ocasiones empleamos el inodoro como vía para arrojar este tipo de sustancias. Debemos tener claro que por el retrete tan sólo hemos de verter el papel higiénico, y no otros productos como medicamentos, detergentes, drogas o productos de cuidado personal.

Lo mismo vale para la ducha y el fregadero. No los empleemos para deshacernos de productos sobrantes o caducados como medicamentos, pinturas, barnices, disolventes… En el caso de los medicamentos, además de reducir su consumo para lo imprescindible, se deben depositar en los puntos SIGRE de las farmacias para su correcto tratamiento y reciclaje.

Recordemos que a menudo los sistemas de depuración y tratamiento de aguas residuales carecen de los medios para detectar y eliminar estas sustancias.

Aclima, coordina la campaña “No alimentes al Monstruo”, orientada a alertar a la ciudadanía de las consecuencias de verter toallitas higiénicas, aceites y medicamentos por el inodoro y promover hábitos responsables. En ella participan ocho entidades: la Agencias Vasca del Agua (URA), el Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia, Aguas Municipales de Vitoria (AMVISA), Aguas del Añarbe, Consorcio de Aguas de la Rioja Alavesa, Consorcio de Aguas de Busturialdea, Katauriko Urkidetza y Servicios de Txingudi.

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