Tras la aprobación el pasado mes de abril por parte del Gobierno Vasco del Decreto que regula la valorización de las escorias negras procedentes de la fabricación de acero en hornos de arco eléctrico, la Viceconsejería de Medio Ambiente ha celebrado hoy un encuentro con agentes del sector para desgranar en detalle el alcance de esta nueva normativa ambiental. Además en el marco de esta jornada se presentará una guía técnica que facilitará la aplicación del mismo.
La aprobación del citado Decreto viene motivada porque las escorias de acería constituyen el segundo mayor volumen de residuos no peligrosos generados en la Comunidad Autónoma. Este tipo de residuos representan un 16% del total de los residuos generados en el País Vasco.
El nuevo desarrollo legislativo, presentado por la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, se enmarca dentro de la estrategia europea en pro de la “economía circular”, que pretende mejorar la eficiencia en el uso de los recursos naturales, favoreciendo su reutilización como materia prima, reduciendo así la extracción de nuevos materiales y el vertido de residuos. La economía circular es uno de los pilares para un crecimiento sostenible y la lucha contra el cambio climático.
La nueva norma, que actualiza el decreto anterior de 2003, regula las operaciones de valorización de escorias negras procedentes de la fabricación de acero en hornos de arco eléctrico y su posterior utilización como árido siderúrgico, garantizando la protección del medio ambiente y salud pública.
Hasta ahora, la normativa existente no ha conseguido reducir sustancialmente la eliminación de las escorias mediante depósito en vertedero, con los consiguientes impactos ambientales negativos que ello conlleva. El decreto pretende impulsar la valorización de estas escorias para obtener materiales granulares utilizables en construcción y otros usos, generando materiales con valor para el mercado.
Las investigaciones desarrolladas han acreditado la bondad de la utilización de áridos siderúrgicos en el sector de la construcción (hormigones) y en el de la fabricación de cemento, reduciendo así los impactos ambientales derivados de la extracción y procesado de las materias primas a las que sustituyen y de su posterior eliminación mediante depósito en vertedero.
El decreto consta de una parte expositiva, once artículos, una disposición transitoria, una disposición derogatoria, tres disposiciones finales y dos Anexos. Además, el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda ha elaborado una guía técnica de posibles usos en el sector de la construcción, con el fin de promover una mayor utilización de este material.
Fuente: IHOBE