Las empresas redoblan su compromiso con el planeta más allá de los gobiernos

Posted by aclimaadmin | 22/09/2022 | Sector News

Marcas de ropa que deciden sustituir sus tejidos por otros elaborados a partir de material reciclado: de plástico recogido del mar o de otras prendas tiradas a la basura. Tiendas que deciden dejar de vender pilas o productos de un solo uso. Compañías que deciden reducir sus emisiones de carbono a la mitad, y lo hacen: a costa de su competitividad, a costa de sus beneficios; sin decirlo, sin alardear de ello…

Hace unos años recibí un insólito encargo editorial: elaborar un catálogo de las empresas que, con independencia del tamaño o el sector, estaban transitando de manera real y factible hacia una economía circular y baja en carbono. Se trataba de hallar ejemplos de éxito empresarial desde el compromiso con el medio ambiente. Y la realidad que descubrí superó con mucho cualquier expectativa al respecto.

El trabajo de campo fue apasionante. Cada día encontraba ejemplos dignos de ser recogidos en el libro: desde jóvenes emprendedores nativos circulares, hasta grandes cotizadas que estaban replanteándose su estrategia para volver atrás y emprender otro camino: el camino hacia la sostenibilidad. Cuando llevaba más de cincuenta casos y doscientas páginas escritas, mi editor me dijo que parase. Podría haber continuado hasta redactar una enciclopedia entera.

Por supuesto que existen casos de todo lo contrario. De empresas, muchas de ellas líderes destacados de su sector, que desdeñan cualquier compromiso con el medio ambiente y solo entienden la sostenibilidad como una oportunidad publicitaria más, de ahí los vergonzosos ejemplos de ‘greenwashing’ que encontramos en el mercado. Por ello sería incorrecto afirmar que todos los sectores productivos están avanzando de forma decidida hacia la economía circular y están comprometidos con la acción climática. Pero sería igual de inexacto, además de injusto, reconocer los muchos, muchísimos casos de empresas que han decidido redoblar su compromiso con el planeta, mucho más allá de los propios gobiernos.

Vean si no el increíble y maravilloso ejemplo que nos acaba de ofrecer una de las mayores compañías de moda deportiva y ropa de montaña, Patagonia, líder de su sector, valorada en unos 3.000 millones de dólares y que genera unos beneficios anuales de más de 100 millones. Medio siglo después de fundarla, el propietario de la marca ha decidido regalarla. ¿A quién? Pues a todos nosotros y todas las generaciones que vengan tras la nuestra. Porque lo que ha resuelto el viejo Yvon Chouinard (83 años), junto a su mujer y sus dos hijos de cuarenta años, es donarla íntegramente a la lucha contra el cambio climático.

Para ello ha creado un fideicomiso, el Patagonia Purpose Trust, y ha impulsado una oenegé, la Holdfast Collective, a los que ha transferido el 100% de las acciones de la compañía y que tendrán como único propósito la conservación de la naturaleza y la lucha contra el cambio climático. Todo su valor de mercado y hasta el último céntimo de sus ganancias serán dedicados íntegramente a cumplir con ese objetivo.

Tal y como declaraba en una entrevista para el ‘New York Times’, publicada esta misma semana, “hemos decidido donar la cantidad máxima de dinero a las personas que están trabajando activamente para salvar nuestro planeta”, con ello, este viejo escalador que solo soñaba con subir montañas y acabó en la lista Forbes, pretende “que esto influya en una nueva forma de capitalismo que no termine con unos pocos ricos y un montón de pobres”. Vayan tan solo un par de datos añadidos a tan noble gesto.

Uno, como contrapartida a este gran acto de filantropía, lejos de recibir cualquier desgravación, la familia Chouinard deberá pagar a Hacienda más de 17 millones de dólares en impuestos. Y dos, el acuerdo de cesión ha sido redactado de tal manera que tiene carácter irrevocable. Esto es: en ningún caso, ni ahora ni en el futuro, Patagonia volverá a ser propiedad de la familia.

Cuando escribí ‘Circulando hacia una nueva economía’ pude comprobar algo que el caso de Patagonia no ha hecho más que confirmarme: que el eje de la acción climática y del compromiso con el planeta está rotando hacia el mundo de la empresa y la sociedad. Ciudadanos, empresas y oenegés estamos cada vez más decididos a salir de esta ayudando al planeta, que dicho sea de paso es la mejor manera de ayudarnos, y estamos dejando atrás a gobiernos y políticos en ese camino.

Cada vez más personas, en la calle, en casa, en el trabajo o al frente de sus negocios, estamos aportando nuestro compromiso personal al cuidado del planeta. En el caso de la empresa, frente al inmovilismo de muchos (demasiados) en los últimos años no dejan de darse ejemplos de responsabilidad ambiental real. Muestras de verdadero esfuerzo empresarial que van mucho más allá del propósito de marca o de los criterios de ESG (por la sigla en inglés de Enviromental, Social y Governance).

En ese sentido, casos tan espectaculares como el de Yvon Chouinard marcan un nivel de compromiso superior, invitan a la esperanza y deberían servir de ejemplo para todos. Porque, como dice en su comunicado de despedida al frente de la compañía, “los recursos de la Tierra no son infinitos y está claro que hemos excedido sus límites. Pero todavía podemos salvar nuestro planeta si todos nos comprometemos con él“.

Fuente: El Confidencial

Posts Relaccionados

Posted by aclimaadmin | 16 April 2024
At EIT Urban Mobility, our mission is to accelerate change towards a sustainable mobility model for liveable urban spaces. In the current context of climate emergency, our objective is to...
Posted by aclimaadmin | 16 April 2024
inked to the BATRAW project that develops circular approaches for electric vehicle batteries, this CEPS report delves into the new EU regulatory framework for batteries and the expanding EU digital product passport...
Posted by aclimaadmin | 16 April 2024
This study focuses on the separation, collection and subsequent management of the dry recyclable fractions (i.e. beverage cartons, glass, metal, paper and cardboard, and plastic) of municipal waste in the...