Según la comisión de Energía del Parlamento Europeo (ITRE), la Comisión Europea debería actualizar sus directrices para seleccionar proyectos energéticos prioritarios a fin de que la próxima lista de la UE esté en línea con su política climática.
“La revisión de las directrices RTE-E, que será propuesta por la Comisión Europea a finales de este año, debería ser coherente con los objetivos energéticos y climáticos de la UE para 2030, con su compromiso a largo plazo sobre la descarbonatación y el primer principio de eficiencia energética”, han señalado los eurodiputados de la comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE), en una resolución aprobada el pasado 18 de febrero.
Para garantizar que los proyectos seleccionados para la próxima lista de PCI (Proyectos de Interés Común) serán acordes con los compromisos climáticos de la UE, los eurodiputados piden también a la Comisión Europea que proponga una guía de transición para antes de finales de 2020. “Para obtener la consideración de PCI, los proyectos deben contribuir a mantener el suministro de energía asequible -una de las cinco dimensiones de la Unión de la Energía-, con que los proyectos deben estar alineados.
Los eurodiputados recuerdan que la regulación TEN-E se estableció en 2013, antes de que se adoptara el Acuerdo de París, y que desde entonces varios desarrollos han cambiado significativamente el panorama de la política energética.
Próximos pasos
La resolución no vinculante se aprobó con 55 votos a favor y 15 en contra. En marzo, se someterá a votación en la Cámara de Representantes.
Antecedentes
El Parlamento Europeo rechazó una objeción a la cuarta lista de PCI la semana pasada, tras un debate con la Comisión Europea.
De conformidad con el Reglamento sobre las infraestructuras energéticas transeuropeas (TEN-E), adoptado en 2013, la Comisión identifica los PCI más importantes en toda la UE, para que estos proyectos puedan beneficiarse de permisos simplificados y el derecho a solicitar financiación de la UE.
La mayoría de los proyectos apuntan a garantizar la entrega ininterrumpida de electricidad y gas a todas las partes de la UE, cerrando las brechas transfronterizas en la red y mejorando la capacidad de almacenamiento local.
Fuente: economiacircular.org