La oficina de coordinación para la gestión de los residuos electrónicos, OfiRAEE, formada por los principales sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP), ha hecho una valoración muy positiva de la aplicación del RD 993/2022, de 29 de noviembre, por el que se adoptan medidas de control para la importación de aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) procedentes de terceros países, así como de la labor de control de los servicios de inspección del SOIVRE para que se cumpla dicha normativa. Esto favorece la competencia leal en el mercado eliminando a los free-riders –empresas que no asumen su cuota económica en el mercado del reciclaje– y ofreciendo una mayor protección y seguridad de las personas.
A raíz de la publicación del citado real decreto, el Registro Integrado Industrial, sección de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RII-AEE), presenta un importante crecimiento en el número de inscripciones de productores de un año para otro. Concretamente, entre el 10 de enero y el 10 de abril de este año ha habido 1.062 solicitudes de altas aceptadas, mientras que en el mismo período de 2022 hubo 116. Por otro lado, la progresión también se ha contabilizado en la cifra de productores en el RII-AEE, pasando de los 3.600 productores aproximados que había el año pasado a los 4.746 activos actuales.
Bajo esta normativa, además de estar inscritos en el citado Registro, cada fabricante tiene la obligación de aportar toda la información y documentación necesarias que demuestren la conformidad del AEE con el RD 993/2022. Asimismo, los importadores están obligados a poner en el mercado productos seguros y conformes con la normativa. Hay que recordar que los productores de aparatos eléctricos y electrónicos son aquellos que fabrican, distribuyen, importan o comercializan AEE mediante la venta directa, indirecta o ambas.
Por último, cabe destacar que el 93,16% de los fabricantes registrados cumplen con su obligación a través de Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) apostando por una optimización de los servicios de gestión de residuos electrónicos y de los recursos destinados a este fin.
Fuente: Residuos Profesional