Los planes de la Comisión Europea para crear nuevos fondos de la Unión Europea para las industrias verdes enfrentan una creciente oposición en el bloque de 27 naciones, ya que siete países de la UE rechazaron abiertamente la idea en una carta al ejecutivo de la UE.
La carta, fechada el 26 de enero, fue firmada por República Checa, Dinamarca, Finlandia, Austria, Irlanda, Estonia y Eslovaquia y dirigida al vicepresidente de la Comisión Europea responsable de comercio, Valdis Dombrovskis.
Alemania, los Países Bajos y Bélgica, aunque no firmaron la carta, también se oponen a cualquier nuevo préstamo conjunto de la UE, ampliando aún más la lista de países que probablemente votarán en contra de tales planes cuando los líderes de la UE se reúnan para discutirlos el 9 y 10 de febrero.
Los 10 países dicen que la UE debería usar fondos ya aprobados en lugar de buscar más dinero.
La Comisión, responsable de la competencia leal en las 27 naciones de la UE, cree que se necesitan nuevos fondos para igualar las capacidades de los países más pobres y los más ricos para ayudar a sus industrias verdes frente a la competencia de China y Estados Unidos.
Los funcionarios de la UE están especialmente preocupados de que la Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU., que ofrece $ 369 mil millones en subsidios a las empresas que producen vehículos eléctricos, baterías, turbinas eólicas o hidrógeno en los EE. UU., atraiga a las empresas de la UE.
La lucha por mantener el atractivo de Europa para la industria verde se hace aún más difícil debido a los precios de la energía, que son mucho más altos en la UE que en los EE.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo la semana pasada que la UE prepararía una ley para hacer la vida más fácil a su industria verde y la respaldaría con ayuda estatal y un Fondo Europeo de Soberanía, así como una financiación más inmediata “solución puente”, para evitar que las empresas se trasladen a los Estados Unidos.
La Comisión Europea ha anunciado reglas de ayuda estatal más flexibles para los estados miembros de la UE como Francia y Alemania para subsidiar la fabricación de tecnología limpia en Europa, pero no dinero fresco para los países más pequeños que carecen de la capacidad financiera para apoyar su industria nacional.
Pero en su carta, los siete países dijeron que la UE primero debería gastar el dinero que ya había acordado recaudar a través del fondo de recuperación y resiliencia (RRF) pospandemia de 800 mil millones de euros de subvenciones y préstamos baratos.
“Tenemos que asegurarnos de que la economía pueda absorber mejor la financiación de la UE ya acordada”, escribieron los siete países. “Hasta ahora, solo se han utilizado alrededor de 100 000 millones de euros del total de 390 000 millones de euros de las subvenciones del RRF”.
“Además, todavía hay una capacidad de préstamo no utilizada disponible en el RRF. Cualquier medida adicional debe basarse en un análisis exhaustivo por parte de la Comisión del déficit de financiación restante, y no se deben introducir nuevos fondos”, dijeron.
Alemania, los Países Bajos y Bélgica comparten esa opinión y señalan los préstamos no utilizados del fondo de recuperación que los gobiernos no han reclamado porque preferían las subvenciones.
La carta decía que en lugar de buscar dinero nuevo, la UE debería reducir la burocracia para las inversiones y avanzar en su Unión de Mercados de Capitales, un proyecto que se ha estado arrastrando desde 2014.
Fuente: Euractiv