Los grupos del cambio rechazan las enmiendas a la totalidad de la oposición.
El pleno del Parlamento dio ayer otro empujón a la Ley Foral de Residuos y su Fiscalidad, cuyos principales objetivos son prevenir la generación de residuos, incentivar su reducción, mejorar la gestión y avanzar en la economía circular y en la lucha contra el cambio climático. De esta forma, se busca alcanzar los objetivos previstos en la normativa europea y en el Plan de Residuos de Navarra 2017-2027.
La Cámara rechazó las tres enmiendas a la totalidad presentadas por UPN, PSN y PPN. Con los votos de los cuatro grupos del cambio, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra. A partir de ahora, la ley seguirá su curso en comisión parlamentaria, antes de volver nuevamente al pleno para su aprobación definitiva.
El proyecto concreta las medidas organizativas para la prevención y gestión de los residuos, así como los instrumentos económicos para ello. Sus principales objetivos se centran en garantizar que los residuos se gestionen sin poner en peligro el medio ambiente y la salud humana, mejorando la calidad de vida de la ciudadanía;incentivar la reducción de residuos y su aprovechamiento mediante la reutilización y el reciclado;desincentivar la eliminación en vertedero y la incineración de residuos, y establecer el régimen jurídico del impuesto que grave ambas prácticas.
Precisamente en lo referente a la fiscalidad, la ley establece el impuesto sobre la eliminación en vertedero y la incineración, con el fin de fomentar la prevención, la preparación para la reutilización y el reciclado, y desincentivar la eliminación en vertedero y la incineración.
TRABAJAR EN LA PREVENCIÓN
La consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde, invitó al Parlamento a seguir trabajando en la “prevención de residuos”. “Sigamos acordando y avanzando en nuestra política de gestión de residuos. Para nosotros, los residuos también pueden ser un recurso y esa es la base de la nueva economía circular. A favor de eso estamos trabajando”, destacó.
Como era previsible, Elizalde no convenció a la oposición. Mari Carmen Segura (UPN) dijo que la ley “no aporta soluciones a la gestión de los residuos, y lo que hace es crear dudas en las Mancomunidades de residuos y generar más problemas y mas impuestos a todos los navarros, además de castigar al que recoge y trata el residuo, y no al que contamina”.
Conchi Ruiz (PSN) consideró que esta ley “deja a Navarra en situación de indefensión medioambiental” y “nos va a llevar a incumplir las directrices que marca la Unión Europea en cuestión de residuos y no da respuesta a las necesidades de Navarra en esta materia”.
Y Javier García (PPN) aseguró que “esta ley va a dañar a los usuarios y a las empresas”, porque “deja al libre albedrío la articulación de muchas de las obligaciones que se establecen en la ley”.
Por el contrario, Unai Hualde (Geroa Bai) subrayó “se sientan las bases para prevenir la generación de residuos y para mejorar su gestión”. Adolfo Araiz (EH Bildu) destacó que este proyecto “establece como principios básicos la protección de la salud de las personas y el medio ambiente, la prevención, el principio de que el que contamina paga”.
Rubén Velasco (Podemos) puso en valor que el objetivo es “mejorar la gestión de residuos para hacer lo propio con la protección de la salud humana y el medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y todo lo que tiene que ver con la economía circular”. Y Marisa de Simón (I-E) incidió en que “supone un compromiso firme con la lucha contra el cambio climático y además abunda en una gestión sostenible de los residuos”.
Fuente: noticias de NAVARRA