Diagnosticar ecosistemas dañados por “la erosión artificial” como el urbanismo desmedido, la agricultura intensiva o las presas es clave para reconectar y preservar la naturaleza, afirma la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
El Consejo de Ministros prevé aprobar hoy la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas, una herramienta recién presentada por el Gobierno para rescatar ecosistemas heridos y consolidar una red de zonas naturales y semi-naturales terrestres y marinas conectadas en todo el territorio para 2050.
Este plan verde pretende ser clave para buscar soluciones basadas en la naturaleza y recuperar la biodiversidad en España, donde sólo el 9 por ciento del hábitat y el 21 por ciento de las especies se encuentran en buen estado de conservación.
Fragmentación espacios naturales
Pese a la gran riqueza en biodiversidad, España sufre desde hace décadas la fragmentación de sus espacios naturales y esta herramienta nace con “la vocación de hacer un diagnostico” sobre esos hábitats afectados, según la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
La urbanización desmedida, la agricultura intensiva, los vallados cinegéticos, infraestructuras de transporte, presas y azudes y canales y tendidos eléctricos, entre otros, han favorecido la fragmentación de los ecosistemas y la pérdida de conexión ecológica, a un ritmo “enormemente acelerado” en los últimos cincuenta años.
Las áreas más afectadas, aunque no las únicas, se concentran en el litoral o en el nordeste peninsular, y es necesario entender “donde estamos y cuales son los espacios que merecen ser re-conectados”, ha añadido la ministra.
Reconciliarnos con la naturaleza
“Reconciliarnos con la naturaleza” es lo importante, para generar un modelo de desarrollo mucho más eficaz y sostenible, “no basado en la erosión artificial que genera el sustento de nuestro progreso”.
Ribera ha urgido a un conocimiento detallado de la red básica de infraestructuras verdes, para que el conjunto de hábitats españoles se re-conecten de manera natural en el horizonte 2050.
Con esta herramienta verde, ha explicado, se puede recuperar un litoral más resiliente a los fenómenos meteorológicos extremos que asolan zonas donde habitan personas o se establecen negocios e infraestructuras que, probablemente, “no deberían haber estado ahí nunca (…)”.
En resumen, “disponer de un colchón natural que dé holgura” para no generar daños materiales, y “estamos -ha dicho- ante una oportunidad para fortalecer nuestra capacidad de resistencia frente a los impactos del cambio climático”.
De las ocho metas que plantea la Estrategia, la más importante, según la ministra, es “identificar” espacios que merezcan la plena conectividad y recuperar soluciones basadas en la naturaleza, como desde principios de la década propone no solo la Comisión Europea, sino también la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
“Es muy importante recobrar espacios concretos a gran escala, pero también en micro-escala, que permitan efectos inmediatos“, como el rescate de zonas dunares o de humedales urbanos o periurbanos y otras experiencias “que dotan a las urbes de áreas de esparcimiento y de gran riqueza para que alberguen especies migratorias”.
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno
La ministra ha recordado que la presentación de esta Estrategia coincide con el reciente lanzamiento del plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno, que garantiza que “cada céntimo de euro que se invierta esté bien invertido”.
Dicho programa de recuperación, ha continuado, incluye una partida muy importante para los llamados “ecosistemas resilientes”, una agenda verde y azul en relación a los ecosistemas terrestres y marinos, para invertir en la recuperación de espacios y bienes ambientales.
Por ejemplo, el agua, la costa y otras zonas que merecen protección, bien porque ya cuenten con denominación previa para su preservación, bien “para recuperar, regenerar espacios degradados,” una vez comprendidas las dinámicas de los ecosistemas.
Después de todo esto, ha añadido, habrá que “seguir trabajando” en la planificación sectorial, en la integración e impulso de medidas, y en programas de trabajo articulados con las comunidades autónomas, que deberán revisarse cada tres años.
La propuesta acordada con los responsables de políticas de biodiversidad y de protección de la naturaleza de las comunidades es trabajar en la identificación hasta el nivel local de los espacios que merecen ser integrados en la red básica de infraestructuras verdes.
Asimismo, avanzar en el ejercicio transversal entre gestores públicos y privados para acotar y mejorar la evaluación ambiental, la integración y la solvencia de las infraestructuras y cambios de usos del suelo para la industria, agricultura, urbanismo o instalaciones básicas, a lo largo de los años.
Es obvio que “necesitamos” de esos servicios básicos, pero “una mejor planificación con una buena ordenación del territorio y una apuesta en valor de esos ecosistemas es clave para no perderlos”, ha concluido la ministra.
Fuente: EFE Verde