España fue el octavo país del mundo que más volumen de bonos verdes emitió el año pasado, según el informe Sustainable Debt Global Estate of the Market 2020, presentado esta mañana por la Climate Bonds Initiative (CBI), organización de referencia en este tipo de colocaciones. En las estimaciones disponibles hasta ahora, este país aparecía como noveno, justo por detrás de Canadá, a la que según los datos definitivos superó en 2020.
Por delante de España se situaron Estados Unidos (líder mundial, con 52.100 millones de dólares emitidos en deuda climática), Alemania (con 42.000 millones de dólares), Francia (con 37.000 millones), China, Países Bajos, Suecia y Japón. Ese octavo puesto de España supone una subida de 2 posiciones respecto a la décima que ocupó en 2019. En concreto, el año pasado se colocaron 9.123 millones de euros en bonos verdes en España, según las cifras que recopila el Observatorio Español de la Financiación Sostenible (Ofiso). Todo esto, sin que todavía se haya llevado a cabo la megacolocación del primer bono soberano del Tesoro.
El informe de la CBI presentado este martes, que también recoge datos de los bonos sociales y sostenibles (éstos combinan características de los verdes y los sociales) revela que las emisiones globales de bonos ASG se quedaron al filo de los 700.000 millones de dólares en 2020, casi el doble que el año anterior (en el que el volumen se situó en los 358.000 millones). De ellos, 290.100 millones (un 41% del volumen) correspondieron a bonos verdes; un 36% (249.000 millones) a bonos sociales, y el restante 23% (160.000 millones) a los sostenibles.
La emisión de deuda responsable en todo el globo jamás había estado tan repartida entre los diferentes temas; en años anteriores, las colocaciones con fines ambientales habían superado, con mucho, al resto (en 2019, por ejemplo, supusieron el 74% del total). Desde la CBI destacan lo que denominan una «explosión» de bonos sociales en 2020, a raíz de la pandemia, debido a lo cual el porcentaje de colocaciones de este tipo no se quedó muy lejos del de las verdes. «Aunque el verde sigue siendo el tema dominante, y fue la mayor vía de captación de capital, las temáticas sociales y sostenibles crecieron de forma dramática, y alcanzaron volúmenes superiores a los de todos los años previos», se explica en el informe.
Fuente: El Economista