Kepa Solaun, CEO de Factor e Investigador asociado al Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI), explica, en un análisis publicado en ICEI Papers, cómo va a afectar el COVID-19 a la emisión de gases de efecto invernadero, la demanda energética y la consecución de los objetivos mundiales de cambio climático.
Uno de los objetivos que marca el Acuerdo de París es lograr que la temperatura de la Tierra no suba más de 2 grados respecto a niveles preindustriales, actualmente hemos aumentado la temperatura en 1 grado y es aconsejable no superar más de los 1,5 grados.
Además, hay que tener en cuenta que los aumentos de la temperatura global no dependen únicamente de las emisiones de los últimos años, sino de la concentración de los gases de efecto invernadero durante largos periodos de tiempo, incluso cientos de años.
¿En qué mededia los efectos provocados por la pandemia supondrán un cambio significativo en la consecución de los objetivos mundiales?
La reducción de emisiones a raíz del confinamiento es una realidad, también se preveé una disminución debido a la futura crisis económica e, indirectamente, debido a cambios en la vida de las personas, como puede ser la implantación del teletrabajo y su impacto en el transporte o la disminución de los viajes al extranjero.
Kepa responde a esta pregunta a través de un análisis de los impactos directos, es decir, las medidas adoptadas durante este año o la crisis económica por llegar, e indirectos, o dicho de otra manera, los cambios conductuales, económicos, estratégicos o regulatorios que puedan derivarse del COVID-19 y que puedan llegar a producir un cambio significativo en la tendencia de emisiones.
Accede al ICEI Papers COVID-19 y al análisis completo aquí: https://www.ucm.es/icei/file/iceipapercovid21
Fuente: Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI)