La Mancomunidad de Debagoiena ha mostrado hoy su disposición a reabrir el vertedero de Epele, en Bergara, para acoger residuos industriales no peligrosos hasta que complete su actual capacidad, de 486.000 toneladas, pero rechaza los planes de ampliación propuestos por el Gobierno Vasco, que había aprobado a finales de noviembre una ayuda de dos millones de euros para la reapertura y ampliación de las instalaciones.
“El vertedero de Epele está preparado y dispuesto para dar servicio a las necesidades de la industria” y no solo de la comarca, sino de toda la CAV, dice la presidenta de la Mancomunidad de Debagoiena, Garazi Larrea, en un comunicado. El vertedero de Epele, después de estar acogiendo residuos industriales durante 25 años, dejó de hacerlo en 2018, pero no se selló, generando “grandes gastos de mantenimiento” que desde entonces ha asumido la mancomunidad, reconoce Larrea.
La crisis de los residuos industriales está latente. La Mancomunidad admite que el Gobierno Vasco ha pedido a varias instalaciones de gestión de residuos, entre ellos a Epele, que den cabida a residuos industriales, después del derrumbe del vertedero de Zaldibar en febrero de 2020 y el posterior cierre del vertedero Lurpe de Mutiloa unos meses después.
Pero la Mancomunidad busca colmatar el vertedero hasta su capacidad actual, cerrando las puertas a una ampliación y pide al Gobierno Vasco un millón de euros que serían necesarios para realizar las adecuaciones necesarias para la reapertura, y no los dos que ha aprobado Lakua con intención de aumentar su capacidad.
Según Larrea, la decisión de reabrir Epele a los residuos industriales no peligrosos responde, “después de analizar las diferentes opciones”, se ha tomado “valorando tanto el aspecto financiero, como la sostenibilidad y la propia estabilidad del vertedero”, según reconoce la presidenta de la Mancomunidad de Debagoiena. Estos residuos industriales no tienen nada que ver con los de la industria papelera y cuya planta también está proyectada en Bergara.
Según la Mancomunidad, los estudios realizados por sus técnicos avalan que el vertedero de Epele tiene una “estabilidad adecuada”, pero rechazan la ampliación. “La mancomunidad hace una apuesta por reabrir Epele, con preferencia para las necesidades de la industria de la comarca, y la intención de “culminar el proyecto que le corresponde y para el que surgió en 1993”, añade Garazi Larrea en su comunicado.
Fuente: Noticias de Gipuzkoa