El próximo lunes 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, este año dedicado a la contaminación de los residuos plásticos. Se trata de un problema ambiental de primer orden, más si tenemos en cuenta que los expertos calculan que de los 7.000 millones de toneladas de desechos plásticos generados a nivel mundial hasta el momento menos del 10% se ha reciclado. La ONU ha aprobado una resolución para acabar con este tipo de contaminación, y ha planteado una hoja de ruta para reducir en un 80% la contaminación por plásticos de aquí a 2040. Durante estos días se está celebrando un congreso para tratar de acordar un Tratado Mundial sobre Plásticos, que la UE quiere que sea jurídicamente vinculante.
Este 2023 es el 50 aniversario del Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por primera vez por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972. Constituido en una de las plataformas mundiales con mayor alcance en favor de las causas ambientales, en esta edición tan significativa se ha decidido poner el foco en uno de los problemas medioambientales más graves a los que se enfrenta el planeta: la contaminación por plásticos. La ONU lleva tiempo alertando de la rápida aceleración de este fenómeno, que conlleva impactos negativos en el medio ambiente y en la salud de las personas, y se erige en la principal causa de pérdida de biodiversidad en los ecosistemas terrestres y, sobre todo, en los océanos.
La campaña para el Día Mundial del Medio Ambiente 2023 usa el hashtag #SinContaminaciónPorPlásticos / #BeatPlasticPollution
Cada vez más plástico
La popularidad de este material originó que sus residuos se triplicaran entre los años 70 y 90, y desde 2002 a 2018 la producción mundial de plásticos aumentó aproximadamente un 75%. Actualmente, cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo, aproximadamente la mitad como productos de un solo uso, y menos del 10% se recicla. De hecho, el PNUMA advierte de que de los 9.200 millones de toneladas de plástico producidas entre 1950 y 2017 cerca de 7.000 millones se han convertido en residuos plásticos.
Respecto al origen de estos residuos, el sector del envasado y empaquetado es el mayor generador de desechos plásticos de un solo uso en el mundo, representando el 36% de todos los plásticos producidos. Se calcula que el 46% de los residuos plásticos se deposita en vertederos, mientras que el 22% se gestiona de manera inadecuada y se convierte en basura.
El impacto de los desechos plásticos en los mares es especialmente preocupante. Se estima que a día de hoy existen entre 75 y 199 millones de toneladas de plástico en los océanos, mientras que cada año esta cifra crece entre 19 y 23 millones de toneladas, y las predicciones de los científicos alertan que de seguir esta progresión para 2040 los mares podrían acoger nada menos que 600 millones de toneladas de residuos plásticos.
Además, hemos de considerar también sus efectos climáticos, ya que los expertos avisan de que en 2019 los plásticos generaron 1.800 millones de toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero, el 3,4% del total mundial, pero en 2040 sus niveles de emisiones podrían ascender hasta representar el 19% de las totales. Y es que si no hay un cambio de tendencia se espera que en 2050 la producción mundial de plástico primario alcance los 1.100 millones de toneladas.
Tratado Mundial sobre Plásticos
La ONU tiene claro que la contaminación por plástico es un problema de dimensión mundial y gran magnitud. Por ello, en 2022 acordó una resolución para combatirla, y ha impulsado el Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) encargado de elaborar un instrumento jurídico que abarque con un enfoque integral todo el ciclo de vida del plástico.
El año pasado se celebró el primer período de sesiones y, durante estos días, se está llevando a cabo la segunda reunión, de las cinco que se prevén, a la que asisten 2.800 participantes, incluyendo a 900 delegados gubernamentales de 175 países, 1.700 miembros de entidades ecologistas y 200 representantes de sindicatos y organizaciones empresariales.
El objetivo es elaborar para 2024 un tratado vinculante sobre la contaminación por plástico, que la UE promueve de manera activa, a la vez que propone adoptar medidas para eliminar y restringir los productos de plástico que sean evitables, sustituibles, generen residuos o supongan un riesgo significativo para la salud humana y el medio ambiente.
Junto a la UE se aglutina una coalición de países integrada por Ruanda, Noruega, Canadá y varias naciones de América Latina, como México, Perú o Chile. Por el contrario, otras naciones, como China, Estados Unidos, Arabia Saudita y en general los países de la OPEP, apuestan por incrementar el reciclaje y optimizar la gestión de los residuos como única medida.
La UE se alinea con la propuesta de la ONU de reducir significativamente la contaminación por plástico para 2040, tal y como plantea en el informe que ha publicado recientemente, “Turning off the Tap”. Se trata de una hoja de ruta que aboga por aplicar plenamente los principios de la economía circular a la cadena de valor del plástico, con el objetivo de reducir en 80% de aquí a 2040 la contaminación por plásticos en el mundo. Para ello, propone acciones encaminadas a incrementar la reutilización de los plásticos, su reciclaje y su reemplazo en los casos en los que sea factible.
Según ha manifestado Virginijus Sinkevičius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la Comisión Europea, “un tratado internacional sobre los plásticos es nuestra oportunidad de acabar con la contaminación por plásticos mediante la introducción de normas mundiales a lo largo de todo el ciclo de vida de los plásticos. Estamos decididos a seguir trabajando por una actuación ambiciosa en todo el mundo, ya que la lucha contra las crisis de la contaminación, el clima y la biodiversidad debe implicarnos a todos”. En este sentido, la UE ha apoyado la creación de la Coalición de Gran Ambición para Acabar con la Contaminación por Plásticos, con la vista puesta a poner fin a la contaminación por plásticos para 2040.
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