Este jueves ha quedado constituido el Consejo Asesor de
Cambio Climático y Medio Ambiente, en el que están representados decenas de organismos expertos. El consejo se ha constituido con gran retraso según las previsiones iniciales debido a la pandemia y, en el acto de constitución que ha tenido lugar en Torrelavega, el presidente de Cantabria ha pedido a sus miembros el «máximo consenso» en torno a las políticas que se pongan en marcha para cumplir con los objetivos de la
Agenda 2030 y también para abordar la «obligada apuesta» por las energías renovables. Sin citarlos, se refería a los parques eólicos que están programados en varios puntos de la región.
En el consejo tienen voz 67 personas en representación de las administraciones estatal, regional y local, la Universidad de Cantabria, sectores económicos, organizaciones conservacionistas, asociaciones de vecinos y colegios profesionales vinculados al medio ambiente en la amplia extensión de la palabra. El organismo estará centrado en posibilitar la bioeconomía. Informará las leyes con carácter previo a su aprobación o actualización y lo mismo con los decretos y estrategias regionales relacionadas con las políticas ambientales.
Entre sus integrantes se encuentran técnicos de varias consejerías, del CIMA, de la empresa pública MARE, la Delegación del Gobierno en Cantabria, la Demarcación de Costas, el Instituto de Oceanografía-Centro Oceanográfico de Santander, la Agencia Estatal de Meteorología, la Conferencia Hidrográfica del Cantábrico y la Federación de Municipios de Cantabria, entre otros.
En su intervención de hoy, Revilla ha dicho que este órgano es «más necesario que nunca» en el actual escenario alcista del precio de la energía derivado de la invasión rusa a Ucrania, que afecta de manera «insostenible» a la industria electrointensiva, en particular, y al conjunto de los ciudadanos, en general, y pone en riesgo la recuperación económica tras la pandemia.
El presidente ha considerado que Europa «se ha dormido en los laureles» en materia de energías renovables y ahora está pagando las consecuencias en forma de una excesiva dependencia del gas y del petróleo ruso. Incluso, ha instado a revisar la decisión de cerrar centrales nucleares, decisión que ha considerado «precipitada». También ha abogado por acelerar la transición energética hacia un modelo de «autoabastecimiento» ya que España y Cantabria tienen características para impulsar las renovables en sus diferentes versiones (eólica, solar, hidroeléctrica, etc.).
Revilla ha explicado que su constitución supone dar cumplimiento al mandato del Consejo de Gobierno, que en 2019 aprobó la Declaración de Emergencia Climática en Cantabria con el objetivo de comprometer actuaciones que contribuyan a luchar contra el cambio climático desde el ámbito regional, adoptar medidas para mitigar sus efectos y promover estrategias en el campo de la economía que contribuyan a esos fines.
La primera reunión del Consejo ha contado con la asistencia de los consejeros de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, que ejerce de vicepresidente, y de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, (los dos del PRC), la alcaldesa de Santander, Gema Igual, en representación de la Federación de Municipios de Cantabria (FMC), y otros representantes de instituciones y colectivos.
Proyectos de legislatura
Además de crear este nuevo Consejo, la Consejería de Medio Ambiente ha firmado un convenio marco de colaboración con la Universidad de Cantabria para actualizar los contenidos de la Estrategia frente al Cambio Climático y adaptarlos a los nuevos escenarios climáticos y las últimas normativas y estrategias nacionales y comunitarias.
Próximamente se va a constituir un grupo de trabajo con los institutos y grupos de investigación de la UC para promover el intercambio de experiencias e información con el fin de que la Estrategia sea un instrumento eficiente a la hora de alinear políticas públicas e iniciativas privadas en la lucha contra el cambio climático.
Por otro lado, ha iniciado la conformación del equipo técnico encargado de coordinar la elaboración de la nueva Estrategia de Economía Circular y Bioeconomía, que implicará la elaboración de un nuevo Plan de Residuos que sustituya al actual con el fin de reducir por debajo del 10% el depósito en vertederos en 2035.
A ello se añade el desarrollo y revisión de proyectos en los que trabaja la Consejería, como la nueva Ley de Prevención y Control Ambiental, la presentación del Plan Estratégico Ambiental de la Cuenca Saja-Besaya 2030, una nueva Estrategia Cántabra de Educación Ambiental, el Plan Estratégico de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales, y el nuevo Plan Forestal de Cantabria.
Fuente: Diario Montañés