El Pacto Verde Europeo 1: la herramienta para hacer realidad la ambiciosa acción climática de la UE

Posted by aclimaadmin | 19/12/2019 | Aclima bloga

El Pacto Verde Europeo o Green Deal es el instrumento elegido por la Unión Europea para articular sus políticas ambientales con el objetivo de erigirse en el líder mundial en la transición ecológica y conseguir que el continente sea climáticamente neutro en el año 2050. Sin embargo, el acuerdo no es del todo firme ya que algunos países reclaman modificaciones respecto a su puesta en marcha.

 

Es indiscutible que la acción climática es una de las prioridades de la UE. Desde su toma de posesión, la nueva presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen ha subrayado la vital importancia para Europa de las políticas relacionadas con el medio ambiente. Es por ello que en esta legislatura se ha creado la Vicepresidencia Ejecutiva para el Pacto Verde Europeo y gestión de la política de Acción Climática. Encabezada por Frans Timmermans, bajo su coordinación se organizan los departamentos de Agricultura, Salud, Transporte, Energía, Cohesión y Reformas y Medio Ambiente y Océanos de la Comisión Europea. Además, cuenta con la Dirección General de Medio Ambiente y la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca para apoyar su labor.

Pero el instrumento destinado a poner en práctica las directrices necesarias para impulsar la transición ecológica en el continente es el llamado Pacto Verde Europeo, un ambicioso paquete de medidas enfocado a que las empresas y los ciudadanos europeos se beneficien de unas políticas ambientales sostenibles. Este pacto incluye una hoja de ruta con los principales hitos estructurados en una línea temporal.

¿Qué es el Pacto Verde Europeo?

El Pacto Verde Europeo es, sobre todo, la articulación de la política ambiental de la UE que desde ahora impulsará la transición ecológica en el continente. El objetivo marcado es conseguir la neutralidad de las emisiones para 2050, o sea, que el volumen de CO2 lanzado a la atmósfera sea el mismo que el que absorban los bosques, plantas y otros sumideros naturales de carbono, obteniendo de esta manera un balance neutral, o una huella cero de carbono.

Lógicamente, para lograr esta meta son necesarias transformaciones sociales y económicas, reduciendo el peso de determinados sectores industriales, con los impactos en la economía y el empleo que traerán consigo. Por eso, la UE también remarca que el Pacto Verde Europeo está pensado para garantizar una transición justa e integradora desde el modelo económico lineal bajo el que vivimos, a una economía circular donde el reciclaje, el reaprovechamiento, la reparación y la reducción en el consumo de materias primas serán los factores determinantes.

Además, estas acciones políticas conllevarán la mejora del entorno natural y la biodiversidad en Europa, reduciendo la contaminación. Como consecuencia de todo esto, las empresas europeas estarían en disposición de convertirse en líderes mundiales en productos y tecnologías limpias, gracias a las inversiones necesarias en investigación e innovación.

En definitiva, el Pacto Verde Europeo no solo un conjunto de políticas ambientales, sino que se constituye en la nueva estrategia de crecimiento económico de la UE.

Aspectos más relevantes del Pacto Verde Europeo

Al tratarse de una iniciativa transversal, su campo de actuación es muy amplio, pero, como resumen, estos son los principales ámbitos y sectores en los que el Pacto Verde provocará transformaciones.

Energía: La meta es descarbonizar este sector, más aún si tenemos en cuenta que representa más del 75 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Además, se quiere impulsar la energía eólica marina, y reducir las emisiones de CO2 de la industria aeronáutica.

Construcción: El 40 % del consumo energético en los países de la UE corresponde a los edificios, por eso se deben impulsar renovaciones para hacerlos más eficientes energéticamente, logrando también reducir el consumo y la factura de los ciudadanos.

Industria: Ser líderes mundiales en economía circular es la ambiciosa meta que se plantea. Actualmente, la industria europea solo utiliza un 12 % de materiales reciclados, y esa cifra tiene que aumentar. Para ello, se establecerá un Nuevo Plan de Acción de Economía Circular.

Movilidad: El transporte representa el 25 % de las emisiones de CO2 en Europa. Se pretende fomentar la movilidad eléctrica, estableciendo un millón de puntos de recarga para vehículos eléctricos en 2025.

Ecosistemas: Se ha anunciado que en marzo de 2020 la Comisión presentará una Estrategia sobre la Biodiversidad para 2030. Dentro de ella, se plantean propuestas para conseguir unas ciudades más ecológicas y sostenibles, una nueva Estrategia Forestal para la UE y la iniciativa “de la granja a la mesa”, cuyo objetivo es reducir el uso de plaguicidas y abonos en la agricultura.

Economía Azul y pesca sostenible: Estos dos sectores pueden ser clave en el desarrollo económico sostenible y la creación de empleos. Relacionado con esto están las inversiones prometidas en energías renovables marinas.

Puntos de fricción

De todas maneras, el Pacto Verde Europeo, aunque detalladamente definido, también está pendiente de su aprobación final. Todavía no existe unanimidad entre todos los países que conforman la UE y el Consejo Europeo tendrá que volver a abordar el acuerdo en el mes de junio. Polonia es el único país que declara que no puede “comprometerse a implementarlo”.

Los dos asuntos que impiden de momento el consenso son la energía nuclear y la financiación. Por un lado, países como Chequia, Hungría y Francia quieren que se considere la industria nuclear como parte del futuro económico europeo, ya que no produce emisiones. Hungría y la República Checa levantaron el bloqueo al acuerdo tras lograr una mención expresa a la energía nuclear en él.

Pero Polonia aún no se ha comprometido del todo, preocupada por el impacto económico del Pacto Verde. En realidad, lo que se solicita es una definición clara de las fuentes de financiación y las compensaciones dirigidas a las naciones con economías más dependientes del carbono. Además, Polonia plantea que se acepten reducciones de emisiones en el conjunto de la UE, pero tolerando una ‘doble velocidad’, que haga que el saldo total sea lo pactado, pero no obligue a que los 28 países estén en el mismo punto.

Para financiar las medidas propuestas en el Pacto Verde, la Comisión Europea propone crear un Mecanismo de Transición Justa con un fondo económico específico de hasta 100.000 millones de euros. Las fuentes de financiación para ese fondo serán múltiples: el presupuesto de la UE, cofinanciaciones de los presupuestos nacionales, el Banco Europeo de Inversiones y diversos incentivos para los fondos privados.

De todas maneras, el objetivo de la presidenta de la Comisión Europea es que para la primavera del año próximo se apruebe una Ley de Clima que haga vinculantes los objetivos para 2050 y se desarrolle jurídicamente a todos los niveles.

 

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