El 86 % de los consumidores españoles dice preferir comprar productos a empresas que favorezcan la economía circular -el modelo que busca el aprovechamiento máximo de recursos en el ciclo productivo-, según un estudio que pone de manifiesto la desconfianza de los ciudadanos respecto a las campañas de las marcas.
El estudio de la plataforma Capterra, de opiniones de software empresarial, ha obtenido estas conclusiones tras encuestar a más de mil adultos entre 18 y 75 años de edad, de los cuales un 69 % afirmó que dejaría de comprar productos si descubriera que una empresa no está comprometida con la economía circular.
Según estimaciones de la Unión Europea, el avance hacia una economía circular, además de mitigar las consecuencias del cambio climático, estimularía la competitividad, la innovación, el crecimiento económico y el empleo; y podría suponer un 0,5 % del crecimiento adicional del Producto Interior Bruto.
Sin embargo, el 72 % de las personas encuestadas no cree que las empresas estén invirtiendo lo suficiente y la gran mayoría (90 %) exige más información y transparencia sobre los esfuerzos de las marcas.
Un 38 % no se cree el discurso de una empresa cuando esta afirma esforzarse por incorporar a su modus operandi prácticas sostenibles, y un 41 % juzga que las empresas invierten en economía circular con fines publicitarios, en un afán de lavar su imagen (algo que se conoce como “greenwashing”).
Los sectores percibidos por los encuestados con mayor inversión en circularidad son el textil, la electrónica y la tecnología; mientras que la construcción, la química y la alimentación son considerados los “menos preocupados”.
Reciclar los residuos, fabricar productos con una vida útil más larga, reutilizar los materiales en el proceso de producción o utilizar energías renovables son algunos de los esfuerzos “más eficaces” que podrían llevar a cabo las empresas para estimular la economía circular, según el informe.
Comportamientos y elecciones individuales
El estudio revela también que la mayoría de los consumidores cree en el impacto positivo de su comportamiento y elecciones: un 38 % de ellos estaría dispuesto a pagar entre un 10 % y un 20 % más por productos “circulares”.
Asimismo, una amplia mayoría (70 %) se ha replanteado alguna vez su modo de comprar y más de la mitad (54 %) tiene en cuenta “siempre o a veces” si la empresa lleva a cabo prácticas afines a la economía circular en sus procesos.
Entre las acciones más frecuentes de los consumidores a nivel individual están ir a comprar con bolsas reutilizables, separar y reciclar residuos o desechar aparatos electrónicos en puntos verdes; mientras que, “nunca o casi nunca” suelen hacer compostaje, vender productos de segunda mano a productores o compartir su vehículo.
Fuente: EFE Verde