Las empresas, sobre todo las más pequeñas, así como los autónomos son protagonistas destacados del plan de choque activado esta semana por el Gobierno Vasco contra el impacto que la crisis del Covid-19 está teniendo en toda la economía de Euskadi.
Este colectivo -la columna vertebral del empresariado vasco- recibirá ‘en vena’ 45,4 millones de euros dentro de un programa que incluye diez líneas de actuación que van desde la suavización del alquiler en polígonos y parques industriales a, entre otras muchas, el aplazamiento de los pagos pendientes por ayudas ya recibidas.
Uno de los programas más novedosos y que, desgraciadamente, evidencia que la crisis del coronavirus no será en modo alguno inocua para nuestra economía es el novedoso e inminente ‘Bideratu Covid-19‘.
Dotada con 20 millones de euros, esta iniciativa está concebida para atender de manera rápida a las pymes que, siendo competitivas y sanas, y teniendo mercado, hayan sido golpeadas severamente por el virus y necesiten algo de oxígeno.
Se trata de la ‘segunda versión’ por decirlo de algún modo, de un programa ya existente, el ‘Bideratu Berria’, que, vigilado de cerca por las autoridades comunitarias, hoy es tremendamente estricto en sus requerimientos para los eventuales beneficiarios.
Ahora, y gracias a que la Comisión Europea ha abierto esta semana lo que se conoce como el ‘Marco Temporal de ayudas’, lo que en la práctica flexibiliza sus exigencias tradicionales a la luz de la gravedad de la situación, Euskadi quiere aprovechar al máximo ese nuevo escenario.
Como ya adelantó DV, el departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras negocia contrarreloj estos días el ‘Ok’ definitivo de Bruselas a este Bideratu especial, que el gabinete pilotado por Arantxa Tapia espera tener aprobado y en marcha «de manera inminente». Así lo explica en declaraciones a este periódico el viceconsejero de Industria, Javier Zarraonaindia, quien avanza los detalles del programa, basado en anticipos reintegrables a tipo cero, con cinco años de plazo y uno de carencia.
«Este Bideratu Covid-19 es para pymes que prevean un flujo de caja negativo (en la práctica, un ‘agujero’ por el derrumbe de los ingresos junto a un mantenimiento de los gastos) en este año a consecuencia del coronavirus», dice. A diferencia de la primera edición, matiza Zarraonaindia, «ahora no hará falta que el empresario ponga dinero (en el vigente, el Gobierno Vasco iguala la aportación de aquel) y el límite del apoyo por firma se amplía de 500.000 a 800.000 euros».
Además, y este es otro cambio considerable, ya no hará falta presentar un acuerdo previo a la ayuda firmado con los trabajadores, aunque -eso sí- el apoyo estará condicionado a la «no destrucción de empleo estable» a lo largo de esos seis años, según reza el borrador de orden que está previsto se apruebe esta misma semana, según se reciba el placet comunitario definitivo.
La cobertura de emergencia del Ejecutivo vasco pasa también por diversas iniciativas que, de facto, lo que hacen es facilitar liquidez y, por tanto, financiación indirecta para sobrellevar el trago. Por ejemplo, el aplazamiento de los pagos previstos durante los próximos seis meses de los programas Gauzatu-Industria (para el que hay reservado un colchón de ‘impagos’ de 7,2 millones) Bideratu y Bideratu Berria (250.000 euros). El retraso se autorizará a las empresas que sufran periodos de inactividad, reducción de las ventas o pedidos o también interrupciones en su cadena de suministro. Además, Industria prevé adelantar 1,5 millones en pagos a las firmas que hayan sido adjudicatarias de ayudas del plan Indartu (subvenciones a fondo perdido) para empresas de zonas desfavorecidas que creen empleo.
El bazuca del Gobierno Vasco incluye también un apoyo extraordinario de un millón de euros a la investigación en proyectos contra el coronavirus, tanto en el plano médico como en lo relativo a lucha contra la pandemia desde el punto de vista de -dice la orden de la consejera- «la mitigación y recuperación de los efectos socio-sanitarios derivados» de esta emergencia.
Desarrollo económico e Infraestructuras dispone de otros tres millones de euros para aplazar entre tres y seis meses el cobro de los alquileres en los parques tecnológicos de Euskadi. La deuda así devengada no generaría intereses y se podría devolver a lo largo de toda la vida del contrato de alquiler. Spri-Lur ha dispuesto una línea similar con 3,3 millones para los polígonos. Además, hay seis millones de euros para apoyar a los pequeños productores agroalimentarios y arrantzales, preferentemente en la compra de productos perecederos.
Fuente: DIARIO VASCO