Un nuevo estudio ha correlacionado los niveles de elementos químicos encontrados en suelos agrícolas.
En la mayoría de los lugares, las concentraciones inusualmente altas están asociadas a la geología, como por ejemplo los altos niveles de arsénico en el Macizo Central de Francia. La actividad antropogénica es culpable en algunas áreas pequeñas, como en el caso de las altas concentraciones de Mercurio que se encontraron cerca de Londres y París. Concentraciones demasiado altas o demasiado bajas podrían suponer un riesgo ambiental. Estos nuevos datos se pueden utilizar en conjunto con el Reglamento REACH y puede ayudar a identificar áreas donde la acción puede ser necesaria en relación con elementos tóxicos en el medio ambiente.
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