La moda se viste de sostenibilidad

Posted by aclimaadmin | 28/06/2018 | Blog, Blog Aclima

No es algo demasiado conocido, pero lo cierto es que la moda es la segunda industria más contaminante del mundo, por detrás de la petrolera. El empleo de tintes en los procesos textiles convierte en tóxicos muchos ríos del Tercer Mundo, algunos de los materiales que se utilizan (como el poliéster que puede encontrarse en el 60% de los tejidos) son altamente contaminantes, y el impacto ecológico de la producción de la ropa es muy significativo. Por ejemplo, para elaborar una camiseta de algodón se necesitan nada menos que 2.700 litros de agua.

La moda se trata de un sector económico que crea millones de puestos de trabajo en todo el mundo y que genera unos ingresos altísimos. Pero esa fortaleza no se suele traducir en respeto por el medio ambiente ni en el cuidado de las condiciones laborales; más bien sucede al contrario, con grandes marcas que derivan su producción a factorías del Tercer Mundo en las que priman los salarios bajos y entornos poco seguros para los trabajadores

Fashion Revolution

Precisamente, un desastre sucedido en 2013 y provocado por las pésimas condiciones de trabajo en una fábrica de ropa ha sido uno de los detonantes de un cambio de mentalidad en el mundo de la moda. Nos referimos al derrumbe del edificio de Rana Plaza en Bangladesh, en el que murieron 1.138 personas. La fábrica no contaba con condiciones de seguridad mínimas y, entre otros detalles, las puertas de salida de emergencia estaban bloqueadas.

A partir de esta tragedia empezó a conocerse que las muchas firmas de moda desconocían si sus productos se habían confeccionado allí y, de hecho, tardaron semanas en averiguarlo, ya que las cadenas de suministro son complejas y poco transparentes.

Este desastre provocó el nacimiento de Fashion Revolution, una iniciativa que pretende promover una moda más justa y concienciar acerca de la necesidad de reformar la industria.

En este sentido, desde esta plataforma publican anualmente el Índice de transparencia de la moda, un indicador actualizado acerca del compromiso ambiental y con el comercio justo de las marcas. A nivel estatal, han aparecido otras iniciativas para ayudar al público a preponderar las firmas más comprometidas éticamente.

También han surgido certificados que califican las prendas según su responsabilidad ecológica. Entre ellos, destaca la Norma Textil Orgánica Global (GOTS), reconocida como la norma líder en el procesamiento de textiles hechos con fibra orgánica.

Moda circular

En la industria de la moda es necesario un enfoque relacionado con la economía circular. Uno de los problemas es la sobreproducción y los bajos niveles de reciclaje y reutilización. Entre los años 2000 y 2014 la producción de prendas de vestir se ha duplicado, superando ampliamente en la actualidad los 1.000 millones de prendas al año. Otro dato demoledor es que los consumidores no estrenamos o usamos raramente nada menos que el 40% de las ropas que adquirimos.

La moda sostenible es aquella que considera el impacto social y ambiental que provoca. Bajo estos criterios se produce ropa ecológica, cuyos tejidos se obtienen de un cultivo responsable. Para ello, se atiende a la reducción de las emisiones de carbono en el proceso de elaboración, no se emplean productos tóxicos (especialmente referido a tintes), no se sobreexplotan los terrenos de cultivo y se vigila que la mano de obra tenga unas condiciones, derechos laborales y salarios dignos. También se consideran factores como la ausencia total de plásticos o de otros productos potencialmente contaminantes tanto en la producción como en la comercialización de las prendas.

Las ventajas de esta ropa son claras, ya que su calidad y duración están muy por encima de la media, y sus tejidos al ser naturales provocan menos alergias.

También es importante que los consumidores adopten hábitos más racionales en la compra de ropa:

-No adquirir más de lo que necesitamos.

-Valorar comprar prendas de segunda mano.

-Informarse sobre dónde procede la ropa y en qué condiciones se ha elaborado y comercializado.

-Evaluar los componentes de las prendas y sus certificaciones.

-Cuidar las prendas para alargar su vida útil, customizarlas y hacerles arreglos, llegado el caso.

-Ser responsables a la hora de deshacernos de las prendas. En vez de de tirarlas a la basura podemos donarlas o entregarlas para su reciclaje.

Ejemplos

Cada vez la sostenibilidad está más en boga en el sector de la moda y existen numerosos ejemplos de tendencias y marcas adscritas a esta idea.

Slow fashion: Se trata de un movimiento concienciado con el medio ambiente que cada vez cuenta con más seguidores.

Upcyclick: una comunidad de consumo colaborativo que propugna customizar y reutilizar las prendas.

-Nuevos materiales, como el econyl, confeccionado a partir de residuos de nylon e incorporado por marcas de moda a sus colecciones.

-Diseñadores como Juanjo Oliva, que en la próxima edición de la Fashion Week Madrid presentará una colección en colaboración con Ecoembes. Las prendas estarán fabricadas a partir de materiales reciclados.

-Marcas como Ecoalf, ropas fabricadas con materiales de desecho; o Now Then, firma de bañadores y neoprenos sostenibles.

 

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