Los ministros de la UE-27 se reunieron la semana pasada para discutir la propuesta de la Comisión Europea de un reglamento de la UE destinado a reducir el impacto ambiental de los productos haciéndolos más fáciles de reparar, reutilizar y reciclar.
El Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles (ESPR), presentado el 30 de marzo, es una parte clave de la agenda de economía circular de la Comisión Europea, que busca reducir el impacto ambiental general de los productos y reducir a la mitad los desechos municipales en Europa para 2030.
El reglamento introduce un sistema de etiquetado mediante un «pasaporte digital de productos» que garantizará la trazabilidad de los materiales utilizados para la producción de bienes y garantizará una transparencia total para los consumidores, que podrán tomar decisiones más informadas.
“Al utilizar el enorme apalancamiento de nuestro mercado interno para hacer que los productos sean más sostenibles, daremos un gran paso hacia nuestros objetivos climáticos y medioambientales”, dijo el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, quien se dirigió a los ministros de la UE-27 en el Consejo de Competitividad el jueves (29 de septiembre). ).
“Ahorraremos más energía y reduciremos la dependencia de las materias primas y, de esta forma, aumentaremos la resiliencia de nuestra economía y nuestra sociedad. Y seremos menos vulnerables a los choques de oferta y, por supuesto, a la volatilidad de los precios”, agregó en referencia a las tensiones geopolíticas actuales.
En la reunión del Consejo del jueves, muchos ministros de la UE destacaron el potencial del pasaporte de productos digitales y los correspondientes requisitos de diseño ecológico, que pueden conducir a una mayor eficiencia de los recursos.
“Esta regulación cumple muchos requisitos. Y creo que nos permitirá asegurarnos de que la UE siga siendo pionera en lo que respecta a la transición verde”, declaró el ministro francés de Industria, Roland Lescure.
“Está claro que los consumidores quieren transparencia, quieren claridad, quieren una economía más circular, quieren que se use menos energía y recursos. Y esta regulación nos permitirá hacer eso, particularmente a través del pasaporte digital de productos”, agregó, expresando su apoyo a la regulación.
Sin embargo, durante el debate, los estados miembros también expresaron sus preocupaciones. Por ejemplo, cuestionaron la propuesta de la Comisión de hacer un uso extensivo de los llamados «actos delegados», que permiten al ejecutivo de la UE adoptar especificaciones técnicas detalladas para grupos de productos específicos, sin aportes de los estados miembros que solo pueden vetar propuestas. En cambio, expresaron su preferencia por los “actos de implementación”, que otorgan a los países de la UE una mayor participación en la toma de decisiones.
También señalaron los desafíos para las autoridades de vigilancia del mercado a la hora de hacer cumplir los nuevos requisitos y las cargas administrativas adicionales a las que se enfrentarían las empresas de la UE, especialmente las pequeñas y medianas empresas.
“Estos nuevos requisitos representarán un gran desafío para las empresas, en particular para las empresas emergentes y las pymes. Para muchos de ellos, significará un cambio significativo en sus modelos de producción”, advirtió el ministro francés, haciéndose eco de las preocupaciones expresadas también por otros colegas.
Se expresaron más preocupaciones sobre el «pasaporte de productos digitales», que, según los ministros, debe diseñarse con más cuidado.
“El instrumento de pasaporte de productos representa una oportunidad para la transición digital y puede fortalecer aún más el mercado único a través de la innovación y nuevos modelos de negocios circulares”, comentó Martin Kocher, ministro de Asuntos Económicos y Digitales de Austria.
“Sin embargo, deben garantizarse condiciones importantes como la rentabilidad, la confidencialidad y la proporcionalidad”, agregó.
Fuente: Euractiv.com