El 68,2% de las personas consumidoras vascas dice tener en cuenta el medio ambiente en sus hábitos de consumo de bienes y servicios, aunque eso suponga prescindir de algunas comodidades y muestra el convencimiento que toda acción suma, por pequeña que sea, según el estudio del Observatorio Vasco del Comercio, Enfokamer, denominado «La ciudadanía vasca y la sostenibilidad. De la concienciación a la acción» dado a conocer ayer lunes.
Según indicó este lunes el Departamento de Turismo, Consumo y Comercio del Gobierno vasco, el objetivo de este estudio es conocer el grado de implicación de la ciudadanía vasca en torno a la sostenibilidad y los compromisos concretos de consumo y compra de bienes y servicios que la ciudadanía realiza en favor del medio ambiente.
El estudio revela que, a mayor concienciación medioambiental o preocupación declarada por los temas relacionados con la sostenibilidad, mayor es también el peso de este valor en las decisiones de compra de los y las vascas. De hecho, son mayoría los vascos que consideran que es necesario proteger el medio ambiente, siempre que los costes no sean excesivos o no se trasladen a la ciudadanía.
Además, cerca de la mitad de las personas encuestadas consideran que la defensa de la conservación del medio ambiente es necesaria, aunque implique costes elevados. Asimismo, un 80,4% de la población aboga por implantar medidas para proteger el medio ambiente, y para ello destacan «la necesidad de desarrollar más legislación y acciones concretas para la protección del medio ambiente por parte de las autoridades».
En cuanto a medidas de uso de servicios, el 39,2% dice tener presente de forma permanente el consumo de energía en el hogar, reduciendo en la medida de lo posible su despilfarro, apagando luces y electrodomésticos cuando no se usan, reduciendo los grados de los termostatos de los aparatos para enfriar o calentar, etc. Asimismo, un tercio de las personas consultadas ha interiorizado el ahorro de agua entre sus hábitos de forma constante. Así, un 31,1% elige darse duchas cortas y no baños, reutiliza agua o bien cierra los grifos en acciones cotidianas como fregar o lavarse los dientes.
En lo que respecta a movilidad sostenible, destaca la posición favorable a las medidas que la favorecen de los residentes en Araba, fundamentalmente de la capital, Vitoria-Gasteiz, que ha realizado una fuerte apuesta por una movilidad más eficiente y socialmente responsable.
En este sentido, hay un respaldo generalizado entre la población ante la idea de que «las ciudades o municipios de diverso tipo necesitan soluciones inteligentes de movilidad y sistemas de transporte sostenible», estando totalmente de acuerdo el 44,8% y bastante de acuerdo, el 37,7% de los consultados, según recoge el estudio.
Casi ocho de cada diez consultados considera que «deberían mejorarse y ampliarse los bidegorris e incentivar su uso entre la población», con un 77%. En el caso de la limitación de la velocidad a 30km por hora en los entornos urbanos, un 49,4% se muestra partidario en mayor o menor medida. Sobre la prohibición paso de vehículos no eléctricos por el centro de las ciudades para mejorar la contaminación la tasa de acuerdo es del 39%.
El estudio refleja que un 40,2% de las personas consultadas consideran que casi siempre tienen en cuenta un «consumo responsable» en su día a día. Un 44,2% dice llevar siempre sus propias bolsas cuando compra alimentación, «evitando el uso excesivo de este material», y un 43,4% evita siempre el desperdicio de comida, «algo que impacta como es lógico en las decisiones de compra con un planteamiento de compra más racional», según apuntan desde la Consejería.
El 87,6% considera que el pequeño comercio local debería de ser uno de los principales agentes que contribuya a la sostenibilidad social y ambiental. Consultados sobre los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible, un 63,5% de la ciudadanía cree que la eliminación de plásticos de un solo uso y el uso de bolsas reutilizables debería ser principal objetivo o compromiso en el que debería de trabajar el comercio local vasco.
Fuente: Deia