Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) son un grupo grande de sustancias químicas sintéticas que son resistentes al fuego y repelen el aceite, las manchas, la grasa y el agua. Las PFAS se pueden encontrar en una gran variedad de productos de consumo (tejidos, alfombras, ordenadores, etc.), así como en aplicaciones agrícolas, lo que ha llevado a su dispersión por el medio ambiente, entrando en la cadena alimentaria hasta su inclusión en el Anexo B del Convenio de Estocolmo en 2010, lo cual significa que a partir de ese momento su uso está restringido a una lista definida de aplicaciones. Aunque su producción se ha restringido a nivel mundial, su liberación al medioambiente se produce principalmente por la liberación a partir de productos tratados con PFAS o por el desecho inapropiado de productos que los contienen.
Durante los últimos años, los expertos se han preocupado cada vez más por los posibles efectos de las altas concentraciones de PFAS en la salud humana, como defectos de nacimiento, daños al sistema nervioso y al hígado. También hay indicios de que las PFAS pueden ser cancerígenas y afectar negativamente al sistema inmunológico.
“Hace tiempo que nos preocupa tratar con estas sustancias químicas, y Noruega ha impulsado algunas restricciones y prohibiciones tanto en Europa como a nivel mundial. Ahora damos un paso más al trabajar con otros países para eliminar todas las variantes de PFAS que no son absolutamente necesarias. Las medidas a nivel europeo y global son, con mucho, el medio más efectivo para disponer de productos más seguros para la salud humana y el medio ambiente”, dice el Ministro noruego de Clima y Medio Ambiente, Sveinung Rotevatn.
Un compuesto perfluorado ya no puede ser reemplazado por otro
Actualmente hay alrededor de 5.000 PFAS diferentes. Algunos de ellas ya están estrictamente reguladas.
Esta es la primera vez que se dirige a todo el conjunto de las PFAS. Noruega tiene un objetivo nacional de reducir las emisiones y el uso de productos químicos que representan una grave amenaza para la salud y el medio ambiente. Por lo tanto, “esta propuesta de restringir el uso de PFAS supone un gran impulso a favor de un medio ambiente más limpio”, dice Ellen Hambro, de la Agencia de Medio Ambiente noruega.
Necesita aportes de varios actores
Noruega ha lanzado una consulta pública o “convocatoria para recabar información” relevante sobre el uso de PFAS. Anima a todos los fabricantes de PFAS, a quienes usan PFAS o alternativas de estos en sus productos, a quienes los comercializan, así como a los científicos y ONG, a responder a un cuestionario para proporcionar a las autoridades noruegas la mejor información posible para justificar la restricción en el uso de PFAS. La fecha límite establecida por la Agencia Medioambiental noruega es el viernes 31 de julio de 2020.
Decisión final en 2024
La propuesta es una prohibición en virtud del Reglamento Europeo sobre Sustancias Químicas REACH y será de aplicación en toda la UE y el EEE. La propuesta en sí, el informe relativo a la restricción del uso de PFAS, se terminará en 2022. Después, el comité de la Agencia Europea de Sustancias Químicas de la Unión Europea (ECHA) considerará el informe antes de enviar la propuesta a la Comisión Europea para su consideración. Se debe proporcionar una base de conocimiento amplia e integral para tener un impacto regulatorio. Probablemente, las decisiones finales se tomarán en 2024.
La propuesta de prohibir todos los PFAS se produce después de que Noruega, junto con otros Estados miembros, haya pedido a la Comisión Europea que elabore un plan de acción para eliminar el uso de sustancias per y polifluoradas. La Comisión Europea ha respondido positivamente a esta iniciativa y está preparada para adoptar un instrumento con la finalidad de reducir el uso y las emisiones de PFAS en Europa.
Fuente: economiacircular.org