Alemania cuenta con una gran cantidad de recursos hídricos naturales y no se enfrenta a problemas significativos de suministro de agua. Anualmente, sus 83 millones de habitantes tienen acceso a 188.000 millones de metros cúbicos de agua dulce, renovada principalmente gracias a las frecuentes precipitaciones. Sin embargo, esta situación está amenazada por las cada vez más frecuentes sequías e inundaciones, consecuencia del cambio climático.
Los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento se consideran servicios públicos y son gestionados principalmente por corporaciones públicas y municipalidades. El suministro se presenta altamente fragmentado, con más de 5.000 empresas que proveen agua al 99 % de la población, mayoritariamente bajo gestión pública.
La gestión de la red hídrica es una responsabilidad compartida entre el Gobierno federal, los estados federados (Länder) y las autoridades locales (municipios). El Gobierno federal establece marcos legales y normativos, mientras que los estados federados supervisan la gestión del agua a nivel regional y las autoridades locales se encargan de la gestión y mantenimiento de las infraestructuras relacionadas con el agua.
Los principales consumidores de agua en Alemania son: el sector energético (44,2 %), seguido de la minería y la fabricación (26,8 %), el suministro público de agua (26,8 %) y el riego agrícola (2,2 %). A pesar de que el 80 % de la demanda total de agua proviene del uso doméstico, gran parte de esta agua se utiliza en procesos de refrigeración, en especial en la industria energética, que representa el 99 % del consumo de agua como refrigerante.
Alemania cuenta con una serie de leyes y regulaciones que abordan diferentes aspectos relacionados con el agua, como la gestión de cuencas fluviales, la protección del agua potable y la prevención de la contaminación. Cuenta con altos estándares para la provisión de agua de calidad y saneamiento, como pueden ser Ley de Aguas (Wasserhaushaltsgesetz, WHG) o Ley de Calidad del Agua Potable (Trinkwasserverordnung).
Las tarifas y los precios del agua están regulados y controlados en Alemania, siguiendo principios de equivalencia, cobertura de costos y supervisión de competencia. La infraestructura costosa con largos períodos de uso se refleja en los costes.
Por su parte, dado que el suministro de agua es un servicio esencial, las licitaciones desempeñan un papel crucial y están sujetas a las normas de licitación pública de la Unión Europea y las leyes nacionales relacionadas. En este contexto, se aplican las normas de licitación pública de la Unión Europea, trasladadas al ordenamiento nacional mediante la Ley contra la Limitación de la Competencia (Gesetz gegen Wettbewerbsbeschränkungen, GWB), complementada por la Ordenanza de Contratación Pública (Vergabeverordnung, VgV).
En lo que respecta a las oportunidades para las empresas españolas en el sector de abastecimiento y tratamiento de agua en Alemania, es importante destacar que, al ser un sector maduro, las oportunidades se centran en esfuerzos orientados hacia una gestión moderna y sostenible de este recurso. Esto incluye el mantenimiento y la creación de nuevas infraestructuras, la digitalización y mecanización de los procesos de saneamiento y suministro, así como la promoción de una distribución equitativa de los recursos hídricos.
Conoce este mercado y las oportunidades que ofrece, descargando nuestro informe ‘El mercado del agua en Alemania’, disponible en la web de ICEX.
Fuente: iAgua