La ingente generación de residuos es un problema, y su gestión una patata caliente para las administraciones. Los ciudadanos, en general, no quieren tener al lado de casa un vertedero o una incineradora, infraestructuras que, por otro lado, despiertan recelos en cuanto a la protección del medio ambiente. De ahí que la apuesta de la Unión Europea sea la reutilización de los desperdicios y que una directiva obligue a los Estados miembro a gravar con un nuevo impuesto el depósito en los vertederos y la incineración. A nivel estatal, también en Bizkaia, esa tasa está operativa desde el pasado enero, si bien la Diputación, que ha ingresado 7,5 millones de euros hasta el 31 de octubre, aumentará el tipo que se aplica a los residuos industriales y mantendrá los de otros –como los urbanos o los peligrosos– para que vayan en la línea de los de las comunidades limítrofes, evitando así lo que los grupos con representación en las Juntas Generales denominaron ayer «el turismo de basuras».
La Cámara vizcaína aprobó, por unanimidad, el proyecto de norma foral que recoge las cuotas que deben abonarse en función del residuo que se lleve a las instalaciones autorizadas. El documento, subrayó la diputada de Hacienda y Finanzas, Itxaso Berrojalbiz, recoge lo que explicó como «un impuesto vinculado con dos objetivos»: aumentar la reutilización y «reducir la tasa de residuos».
En el único aspecto de la regulación en el que la Cámara vizcaína puede intervenir es en el de las tarifas. Mantiene los tipos nacionales de, por ejemplo, los residuos sólidos urbanos, con 40 euros por tonelada, e incrementa el gravamen a los residuos industriales, que la norma estatal fija en 10 euros. El año que viene, ascenderá en Bizkaia a 15 y, a partir de 2025, a 20 euros.
La diputada aclaró a comienzos de mes, en una comisión en la que dio cuenta de los pormenores de la nueva norma foral, que la elección de unos tipos impositivos «similares» a los de comunidades autónomas limítrofes se hacía con la idea de que el precio no sea un motivo para que los residuos viajen entre territorios.
Pero hay más razones para aumentar las cuotas de los residuos procedentes de la industria. Portavoces del área de Hacienda achacan la decisión a que «esta fracción constituye la problemática más imperiosa», ya que supone un buen pedazo de los residuos que se generan. Según el último balance hecho público por el Gobierno vasco, de 2020, es el material del que se genera mayor volumen, más de 1,5 millones de toneladas. Supone más del doble que las 625.000 toneladas de residuos sólidos urbanos.
Fuente: El Correo