Botellas con vocación de moqueta

Posted by aclimaadmin | 22 ekaina, 2017 | Sektoreari buruzko albisteak

La empresa vasca Ekorec, de Andoain, es la única de Europa que compra plÔstico reciclado, lo trata y lo reintroduce en el proceso industrial fabricando envases alimentarios y material para el sector de la automoción.

La conciencia ecológica en Gipuzkoa estÔ fuera de toda duda. En los últimos años, los índices de reciclaje se han multiplicado y el territorio cerró 2016 con una tasa de recogida selectiva del 46%, una de las tasas mÔs altas de todo el Estado, alcanzando el 51,6% en los plÔsticos y envases ligeros.

Sin embargo, pese a que la CAV tiene interiorizado el ejercicio de separar por fracciones la basura que generamos, quien mÔs y quien menos se acerca al contenedor amarillo con dudas del destino final de los envases que allí dejamos. Pero esas dudas parecen infundadas, al disponer en Gipuzkoa de la única planta europea que recicla el plÔstico y la reintroduce en el proceso industrial, completando así las teorías de la economía circular que manda Europa.

La empresa se llama Ekorec, estÔ situada en Andoain y ya tiene 115 trabajadores. Su labor ha sido reconocida tanto por el Gobierno Vasco como por la Diputación de Gipuzkoa, y ahora investiga para dar nuevos usos a ese material que recogen.

Pero, ¿en qué consiste la labor que realizan en esta pionera empresa de Andoain? Ekorec se hace cargo cada año de hasta 25.000 toneladas al año de plÔstico, de las que entre 6.000 y 8.000 toneladas son de tipo pet usado, sobre todo, en botellas. El material, que es adquirido a proveedores de todo el Estado, pero también del sur de Francia, se trata en la planta, dÔndole un segundo uso. Una vez en Andoain, es separado en dos fracciones: una que irÔ destinada a la fabricación de bovinas de pet, que volverÔ a introducirse, mayoritariamente, en el envasado para la industria alimenticia; y por otro, la fabricación de fibra de poliéster que luego es vendida a la industria de la automoción.

El proceso de transformación, tal y como seƱala el director general de Ekorec, Santiago Barba, es rĆ”pido y sencillo. ā€œUna tonelada de plĆ”stico que entra hoy, puede salir la semana que viene convertida en bovina de pet o fibra de poliĆ©sterā€, asevera, consiguiendo reciclar el 70% del material que adquieren.

Todas las botellas de plÔstico y demÔs material de la fracción pet que llega a Andoain pasan primero por un proceso de limpieza, en el que se procede a eliminar toda la materia orgÔnica que pudiera contener, así como etiquetas o tapones, materiales que no sirven a la hora de llevar a cabo el proceso del reciclado. Después, pasa por la trituradora, obteniendo de ese proceso una especie de escamas -de aspecto similar a perlas o lÔgrimas- de plÔstico, que luego serÔn utilizadas para producir el nuevo material.

Industria alimentaria y automoción

La planta de Andoain trabaja cada dƭa con 25 toneladas de plƔstico que se convierten en bovinas de pet, que tienen una apariencia similar a de los rollos de papel film que compramos en cualquier supermercado, solo que de tamaƱo gigante y hecho de plƔstico.

El proceso es muy mecƔnico. Las escamas se calientan en hornos hasta fundirse, tras lo cual, se pasan por una serie de rodillos que funcionan como una apisonadora y que permiten dar la forma deseada, que siempre depende de las peticiones que haya realizado el cliente. Este material suele reintroducirse en la industria alimentaria en forma de bandejas de alimentos o blisters, en su mayorƭa.

Por otro lado, se encuentra la fĆ”brica de poliĆ©ster, donde el procedimiento es distinto. TambiĆ©n aquĆ­ el plĆ”stico se calienta en un horno infrarrojo y, una vez fundido el material, una matriz convierte el plĆ”stico el hilo. ā€œHay que tener en cuenta que de cada botella pequeƱa de agua se producen hasta 20 kilómetros de hiloā€, explica Barba. AsĆ­, tras estabilizar el hilo y prensarlo, se almacena en sacos que luego se distribuyen entre los clientes de la industria de la automoción, que utilizan el material para la elaboración de moquetas y fundas para capós. ā€œCada saco pesa 300 kilos y estĆ” hecho de 20.000 botellines de aguaā€, cuenta Barba.

Introducción en el mundo textil y de 3D

Pero en Ekorec no se conforman con lo realizado hasta ahora y han puesto en marcha varias lĆ­neas de investigación para dar nuevos usos a ese material desechado. SegĆŗn explica Barba, se trata de un aspecto importante, ya que permitirĆ­a recuperar hasta 700 toneladas al aƱo. ā€œEl problema de las etiquetas es que son muy distintas: algunas son de plĆ”stico, otras son de papel, tienen tintas… Estamos trabajando para hacerlas aprovechables y convertirlo en material de construcciónā€.

Por otro lado, en Ekorec trabajan tambiĆ©n en la introducción en el mundo textil. De momento, el trabajo con la fibra de poliĆ©ster estĆ” dando sus frutos, pero quieren dar el salto y pasar del sector de la automoción al de la moda. ā€œEstamos en contacto con escuelas de moda y diseƱadores para hacer tejidos que no sean solo fibra textil y que sean 100% recicladosā€, avanza el director general de la empresa andoaindarra.

La innovación tambiĆ©n tiene su protagonismo en Ekorec y, tras varios estudios, han logrado producir con plĆ”sticos bovinas de filamento para la impresión en 3D. Se trata de un mercado que estĆ” en auge y, tras demostrar que el material reciclado es vĆ”lido, se estĆ”n empezando a poner en contacto con centros escolares y de formación para introducirlo en sus procesos de elaboración de objetos. ā€œEstamos testeando el mercado porque creemos que puede ser una oportunidad para, ademĆ”s de desarrollar el producto, crear la conciencia de que el residuos puede resultar Ćŗtilā€.

Finalmente, Ekorec ha comenzado tambiĆ©n a trabajar con todo aquello que tiene que ver con la basura marina. ā€œPor un lado estamos trabajando en el reciclaje de aquellas redes que han quedado viejas o abandonadas y, por otro, en la recogida de plĆ”sticos del mar propiamente dichoā€, avanza Barba. Todo ello para continuar poniendo a Gipuzkoa en la vanguardia del buen hacer en materia de reciclaje.

EN CORTO

20

Kilómetros. Es la cantidad de hilo de poliéster que puede fabricarse de un solo botellín. Estos hilos, que pueden fabricarse en cualquier color en función de las peticiones del cliente, son almacenados en sacos de 300 kilos realizados a base de 20.000 botellines.

25

Toneladas diarias. Es la cantidad de plƔstico que la planta de Ekorec convierte cada dƭa en bovinas de pet, un material que suele utilizarse para el envasado de los alimentos.

700

Toneladas. Es la cantidad que Ekorec pretende reciclar una vez se implante el nuevo programa de reutilización de las etiquetas que suelen adornar las botellas de plÔstico.

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