David Jensen, coordinador del grupo de trabajo sobre transformación digital del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), recalcó «la necesidad de garantizar que las tecnologías digitales amplíen las soluciones para combatir el cambio climático, sin que esto implique un incremento del consumo de energía y recursos o una centralización del poder. La transformación digital debe centrarse en capacitar a las personas, las empresas y los gobiernos para que adopten prácticas sostenibles, impulsen acciones colectivas y favorezcan una mentalidad global comprometida con el medio ambiente».
Al igual que ocurre con otros retos empresariales, los datos suelen ser importantes para entender los problemas medioambientales. Como miembros de la comunidad global, debemos utilizar los datos de manera que beneficien a la sociedad. Un buen ejemplo de ello es el uso de la inteligencia artificial (IA) para combatir la deforestación. El proyecto Forest Foresight, desarrollado por WWF, integra tecnología de AWS para predecir en qué zonas hay un riesgo de deforestación ilegal elevado. El proceso anticipa los movimientos de los madereros ilegales analizando patrones de comportamiento pasados. Por ejemplo, los datos sin procesar sobre el trazado de los caminos son uno de los muchos factores que contribuyen a fundamentar las previsiones, ya que la forma más sencilla de transportar los troncos es por vía terrestre. El aprendizaje automático (ML) transforma los datos sin procesar en información predictiva que permite a los equipos de WWF determinar de forma anticipada dónde es más probable que se produzca la siguiente tala.
Las tecnologías de IA y ML necesitan datos para funcionar y permiten, a su vez, obtener información más detallada sobre ellos y tomar decisiones mejor fundamentadas. Gracias a la nube, es posible procesar e integrar varias capas de datos en tiempo real. De hecho, la tecnología en la nube es fundamental para garantizar que las grandes masas de datos sin estructurar puedan utilizarse, procesarse y beneficiar al ser humano a gran escala.
AWS es consciente del tiempo y el dinero que serían necesarios para que los investigadores recopilasen y analizasen grandes conjuntos de datos sobre sostenibilidad. Por ese motivo, lanzó la iniciativa de datos sobre sostenibilidad de Amazon (ASDI) en 2019. Este proyecto colabora con otras organizaciones científicas como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EEUU, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de EEUU, el Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido, el Servicio Meteorológico Nacional de Francia y el Instituto Meteorológico Finlandés para identificar, alojar y desplegar conjuntos de datos clave en la nube de AWS, con el objetivo de ponerlos a disposición del público. Esto incluye observaciones y previsiones meteorológicas, información sobre previsiones climáticas e imágenes por satélite, así como datos hidrológicos, sobre calidad del aire y sobre previsiones de los océanos. ASDI amplía el conjunto de conocimientos públicos y lo pone a disposición de los investigadores, la sociedad y las empresas, que utilizan esos datos para extraer información importante y diseñar soluciones innovadoras y sostenibles.
Las operaciones empresariales no solo tienen por qué girar en torno a la conservación de la fauna y flora silvestres para contribuir a la sostenibilidad medioambiental. Hay muchas herramientas y métodos que pueden ayudarnos a crear un negocio digital sostenible. En primer lugar, la nube de AWS consume un 80 % menos de energía que los centros de datos propios de las empresas europeas, según datos de 451 Research. En segundo lugar, el pilar de sostenibilidad de AWS Well-Architected proporciona a las organizaciones herramientas para minimizar el impacto medioambiental que produce la ejecución de las cargas de trabajo en la nube. Esto incluye gestos tan simples como utilizar el formato adecuado para los archivos, elegir el tipo de almacenamiento en función de las necesidades o reducir los requisitos informáticos identificando los momentos de máxima demanda.
Al animar a nuestros clientes y equipos internos a seguir estas prácticas recomendadas, reducimos los recursos que consume cada carga de trabajo. A medida que los equipos aprenden a hacer más con menos, nosotros podemos empezar a separar el crecimiento del negocio del uso de recursos. Este aspecto es fundamental para garantizar que las empresas tecnológicas operen de forma sostenible.
AWS sigue desarrollando iniciativas dirigidas a los equipos y las empresas en general. Entre ellas estarían el uso de algoritmos de compresión que reducen el tamaño de almacenamiento de los archivos, el diseño de hardware y equipos que garanticen la máxima eficiencia energética o los planes de incentivos para empleados destinados a impulsar cambios de comportamiento colectivos para lograr más fácilmente los objetivos de reducción medioambientales ya marcados.
Asimismo, AWS ha desarrollado una herramienta para medir la huella de carbono de los clientes que les permite hacer un seguimiento de las emisiones de sus cargas de trabajo en AWS para pronosticar cómo cambiarán los datos a lo largo del tiempo y mejorar sus resultados de sostenibilidad. La herramienta tiene en cuenta el porcentaje del uso de energía de AWS que proviene de fuentes de renovables, así como la ubicación donde se alojan las cargas de trabajo de los clientes. Por lo tanto, los cálculos cambiarán a medida que Amazon ponga en marcha sus diferentes proyectos de energía renovable, teniendo en cuenta que AWS está en vías de conseguir su objetivo de operar con energía 100 % renovable antes de 2025 y que Amazon es el principal comprador corporativo de energía renovable en Europa, en España y en el mundo.
La transición de Europa para convertirse en un líder digital y climático está desafiando los límites de la tecnología y la investigación. Los gobiernos y los clientes demandan soluciones sostenibles. Europa está bien posicionada para aprovechar la próxima oleada de tecnologías digitales.
Se ha demostrado que las tecnologías como la nube, la IA y el ML tienen un efecto positivo en las empresas a la hora de cumplir sus propios compromisos de sostenibilidad. Además, cuando estas tecnologías se complementan con colaboración entre instituciones se obtienen soluciones nunca vistas que permiten abordar desafíos intercontinentales como la deforestación, la agricultura regenerativa o la revolución de la movilidad sostenible.
Las organizaciones ya están aprovechando el potencial de AWS para innovar en diferentes soluciones sostenibles como las estructuras de nueva generación, la información climática en tiempo real, la electricidad rentable e inteligente, la planificación de ciudades sostenibles, un suministro de alimentos más rápido y eficaz o el consumo de agua eficiente, entre otras. Spherag, una empresa de Aragón, utiliza AWS para recibir y analizar los datos de sus dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) con el objetivo de dar forma a una nueva era de agricultura inteligente. Es una solución integral conformada por una serie de dispositivos IoT que se despliegan sobre el terreno y se conectan a una plataforma de gestión autónoma y bidireccional, dotada de algoritmos de inteligencia y recomendación basados en AWS. Otro ejemplo es Ryanair, la aerolínea de bajo coste más importante de Europa, que utiliza AWS para estimar las ventas de bebida y comida a bordo, predecir el mantenimiento de los aviones, reducir las emisiones de carbono y convertirse en la opción perfecta para empezar unas vacaciones.
Los retos existenciales a los que se enfrentan el clima y nuestro planeta no van a desaparecer de la noche a la mañana. Sin embargo, gracias a la variedad de las soluciones tecnológicas, el potencial de la tecnología en la nube y el ferviente deseo de las personas por tener un futuro mejor, estamos más preparados que nunca para encararlos.
Fuente: El Mundo