El periodo de tiempo en que nos vemos obligados a deshacernos de una lavadora es algo más largo que el de los electrodomésticos pequeños. En cierto modo, es un proceso sencillo en que el esfuerzo del usuario final es menor, puesto que con la compra de un aparato nuevo el vendedor o instalador está obligado a retirarnos el producto anterior y a darle una salida legal, que en general es un reciclaje para el aprovechamiento fundamentalmente del metal que contiene la lavadora. Por otro lado, además de las lavadoras de uso doméstico, existe también un mercado de lavadoras industriales para determinados sectores: hoteles, hospitales, residencias, empresas públicas y privadas que lo necesitan, y, por supuesto, las lavanderías. En todos estos casos, ¿existen otras posibilidades? ¿Hay avances en la gestión de un fin de vida más allá del reciclaje?
El proyecto europeo C-Servees, en el que participa Indumetal Recycling, está trabajando en el diseño y propuesta de diferentes modelos de negocio en economía circular para aparatos eléctricos y electrónicos, con el objetivo de desarrollarlos y demostrarlos. Las lavadoras son un caso específico de estudio del proyecto, en el que se propondrán modelos de negocio innovadores en colaboración, fundamentalmente, con el fabricante Arçelik.
Las estrategias alrededor del remodelado y reparación de piezas son las principales propuestas en el fin de vida al objeto de que los materiales y piezas de mayor valor añadido se conserven en el ciclo productivo la mayor cantidad de tiempo posible, que es el objetivo de la economía circular. Esto requiere unas mejoras organizativas importantes (en logística inversa, en trazabilidad de piezas), dado que es necesario conocer y extraer profesionalmente piezas de las lavadoras, o bien poder instalarlas en otras lavadoras. Se proponen, por ejemplo, utilizar la impresión 3D para las piezas de repuesto, o que piezas remanufacturadas puedan ser piezas de repuesto en otras lavadoras. La desconfianza hacia las lavadoras (y piezas) de segunda mano se puede superar con la oferta de servicios de postventa y garantías similares a los de productos nuevos.
Muchas de estas iniciativas requieren una acción global dentro de un mercado específico que es complicado de implantar por la acción de una sola empresa, por lo quela servitización puede ser un modelo de negocio adecuado para todas las partes. Los clientes profesionales antes mencionados son el ecosistema ideal para iniciar estos modelos de negocio en fase piloto.
Fuente: Indumetal Recycling