La Comisión Europea estableció un objetivo el jueves (16 de marzo) para habilitar 50 millones de toneladas de capacidad de inyección de dióxido de carbono anual para 2030, una medida que presiona a la industria del petróleo y el gas para que entregue una tecnología que han estado vendiendo durante años.
La captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés) figura como una de las tecnologías clave para la transición ecológica en la Ley de Industria Net-Zero de la Comisión, presentada el jueves.
Y, por primera vez, incluye un objetivo a escala de la UE para capturar CO2, con el objetivo jurídicamente vinculante de alcanzar una capacidad de inyección anual de al menos 50 millones de toneladas de CO2 para 2030.
“De hecho, es un objetivo legalmente vinculante”, dijo un alto funcionario de la Comisión de la UE que informó a la prensa el jueves. “Y también viene acompañado de una obligación para las empresas de combustibles fósiles -los productores de petróleo y gas- de contribuir a ese objetivo”, agregó el funcionario.
“De hecho, tienen los activos, las habilidades y el conocimiento para proporcionar sitios de almacenamiento”.
A principios de este mes, Dinamarca se convirtió en el primer país del mundo en desarrollar un sitio de almacenamiento de CO2 transfronterizo, enviando CO2 desde Bélgica e inyectándolo en un campo petrolero agotado bajo el Mar del Norte danés.
La Comisión Europea ahora quiere que dichos proyectos se reproduzcan en toda la UE para eliminar el riesgo de las inversiones en CCS y establecer las condiciones para garantizar que la tecnología se implemente a escala.
“La razón por la que hacemos esto es porque CCS es parte de las soluciones para alcanzar la neutralidad climática”, en particular para las industrias que consumen mucha energía como el acero, el cemento y los productos químicos que tienen emisiones de proceso que no pueden abordarse solo a través de la electrificación, dijo el funcionario.
“Y esto es algo para lo que la industria del petróleo y el gas está muy bien posicionada. Es una de las formas en que pueden contribuir positivamente a la transición”.
La apertura marca un momento importante para la transición verde y la competitividad industrial de la UE, según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien habló en la inauguración el miércoles (8 de marzo).
Se espera que CCS crezca a 80 millones de toneladas de CO2 en 2030 y alcance al menos 300 millones de toneladas en 2040, según estimaciones de la UE. Para mediados de siglo, la UE necesitaría capturar hasta 550 millones de toneladas de CO2 al año para cumplir su objetivo de reducir las emisiones a cero neto, dice la Comisión.
Sin embargo, actualmente se enfrenta a una “falla de coordinación”, agregó el ejecutivo de la UE, debido a la falta de sitios de almacenamiento geológico de CO2 disponibles.
Para ampliar la tecnología, “la UE necesita desarrollar un suministro con visión de futuro de sitios geológicos permanentes de almacenamiento de CO2”, argumentó la Comisión, y agregó que CCS requiere un “enfoque de mercado único transfronterizo” para ser un clima efectivo. solución para industrias en todos los estados miembros de la UE.
Según el reglamento propuesto por la Comisión, los países de la UE tendrían que publicar datos sobre áreas donde se pueden permitir sitios de almacenamiento de CO2 e informar anualmente sobre el progreso realizado con los proyectos de almacenamiento de CO2 en su territorio.
Las empresas de petróleo y gas, por su parte, deben presentar a la Comisión “un plan que detalle cómo pretenden cumplir con su contribución al objetivo de capacidad de inyección de CO2 de la Unión para 2030”, dice el borrador del reglamento.
Los partidarios de CCS estaban encantados con el anuncio y dieron la bienvenida a la obligación impuesta a las compañías de petróleo y gas de proporcionar instalaciones de almacenamiento.
“Asignar la responsabilidad de lidiar con las emisiones a los mayores emisores es un paso fantástico”, dijo Eadbhard Pernot, de Clean Air Task Force, un grupo de presión ambiental.
“Los productores de petróleo y gas tienen la tecnología y los recursos para devolver el CO2 al suelo de forma permanente. Es hora de que den un paso adelante y asuman la responsabilidad de permitir el acceso al almacenamiento de CO2 en Europa”, dijo en un comunicado .
La industria del petróleo y el gas también elogió la medida y dijo que el objetivo de toda la UE para la capacidad de inyección de CO2 proporcionará “un objetivo claro” para la descarbonización del sector.
“Nos alienta mucho ver que la Ley reconoce el papel de la captura y el almacenamiento de carbono como un factor clave de la competitividad sostenible”, dijo François-Régis Mouton, director para Europa de la Asociación Internacional de Productores de Petróleo y Gas (IOGP).
Según IOGP, la ambición de la UE ahora “debe ser respaldada por políticas de incentivo,
regulación y financiación habilitantes” para que la tecnología CCS despegue a escala comercial.
Carbon Capture and Storage (CCS) Europe, una asociación comercial, también dio la bienvenida al objetivo de inyección de carbono propuesto por la UE como un “paso muy esperado pero muy bienvenido” que proporciona “la base para una estrategia europea realista de implementación de CCS”.
“La ambición de Europa de alcanzar emisiones netas cero para 2050 no se puede realizar sin un amplio despliegue de tecnología de captura de carbono. Es la única opción viable para evitar que las emisiones de la industria que consume mucha energía lleguen a la atmósfera”, dijo Chris Davies, director de CCS Europe.
Ingenieros y geólogos han criticado duramente a los grupos ecologistas que la semana pasada afirmaron que los esquemas de captura y almacenamiento de carbono, para reducir las emisiones de combustibles fósiles, son errores costosos. El socio de medios de EURACTIV, The Guardian, informa.
Sin embargo, no todas las industrias fueron positivas.
Ecocem, una empresa irlandesa que fabrica cemento bajo en carbono, dijo que es poco probable que CCS esté disponible a escala antes de 2035 y pidió a los legisladores de la UE que centren su atención en otras soluciones que puedan reducir las emisiones a corto plazo.
“CCS no ayudará a la industria del cemento a alcanzar los objetivos Fit-for-55 para 2030”, dijo el fundador de Ecocem, Donal O’Riain, refiriéndose al objetivo de la UE de reducir las emisiones en un 55 % antes de que finalice la década.
Según él, la única forma de abordar rápidamente la contaminación del cemento es minimizar el contenido de clínker, que es responsable del 94% de las emisiones del sector.
“Centrarse solo en CCS ignora el apoyo a las tecnologías de cemento listo para el horno”, dijo en un comunicado, llamando a la Ley de Industria Net-Zero (NZIA) “una oportunidad perdida”.
Cleantech for Europe, un grupo empresarial, también se mostró escéptico sobre el objetivo de CCS y dijo que otras soluciones tienen un mayor potencial.
“Es mucho más preferible eliminar completamente las emisiones de los procesos de producción que capturar y almacenar el carbono emitido, a lo que NZIA atribuye gran importancia”, dijo el grupo.
“El nivel de atención prestado a la captura y almacenamiento de carbono en NZIA debería haber sido el nivel de atención prestado al despliegue de fabricación de tecnologías limpias”, agregó en un comunicado .
Fuente: Euractiv