La Comisión Europea presentó una nueva legislación el miércoles (22 de marzo) para abordar las afirmaciones ambientales engañosas mediante la introducción de sanciones contra el lavado verde y reglas más estrictas para la aprobación de nuevas etiquetas ecológicas.
L a Directiva sobre declaraciones ecológicas propuesta tiene como objetivo reducir el lavado verde y permitir que los consumidores tomen decisiones de compra informadas basadas en información fiable sobre la sostenibilidad de los productos que compran.
“Creemos que esta propuesta traerá un cambio real y empoderará a todas las personas que realmente quieran elegir productos en función de su impacto reducido en nuestro planeta”, dijo el Comisionado de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, quien presentó la propuesta.
Las empresas infractoras estarán sujetas a sanciones que van desde multas hasta la confiscación de ingresos y la exclusión temporal de los procesos de contratación pública y financiación pública.
Las sanciones serán aplicadas por las autoridades nacionales, que deben controlar periódicamente las afirmaciones ecológicas, divulgar públicamente sus hallazgos y multar a las empresas que engañen a los consumidores.
La medida fue aplaudida por el grupo de consumidores BEUC, que elogió a la Comisión por “mejorar su juego para luchar contra el lavado verde” y “poner fin al salvaje oeste de afirmaciones ecológicas sin fundamento”.
Sin embargo, la futura ley de declaraciones ecológicas de la UE solo será tan buena como su aplicación, advirtió BEUC, y dijo que las autoridades nacionales “tendrán que multar fuertemente a las empresas para limpiar el mercado de declaraciones y etiquetas ecológicas engañosas de una vez por todas”.
40% de afirmaciones ecológicas ‘completamente infundadas’
Un estudio de la Comisión publicado en 2020 encontró que el 40 % de las afirmaciones ecológicas realizadas por las empresas eran “totalmente infundadas”, y el 53,3 % de ellas hacía afirmaciones ambientales que eran “vagas, engañosas o infundadas”.
En casi la mitad de los casos, estas afirmaciones eran falsas o engañosas, según otro estudio que evaluó 344 afirmaciones de sostenibilidad realizadas en línea. Además, en el 57,5 % de los casos, el comerciante no proporcionó información suficiente para evaluar la exactitud de la reclamación.
“Cuando los consumidores ven esas afirmaciones, es extremadamente difícil separar la verdad de la ficción”, dijo Sinkevičius.
“Muchos de ustedes probablemente han visto las camisetas hechas con botellas de plástico, lo cual es genial. Desafortunadamente, muy a menudo solo el 1% o incluso menos del material está hecho de botellas recicladas. Más de la mitad de las afirmaciones que vemos en el mercado europeo son débiles, engañosas o incluso no se basan en nada”, agregó.
Para abordar esto, la propuesta busca garantizar que las afirmaciones ambientales se validen con “sustancias creíbles y proporcionadas que estén respaldadas por evidencia científica, tengan en cuenta los estándares internacionales y demuestren que la afirmación que se hace es significativa desde la perspectiva del ciclo de vida”, una alto funcionario de la Comisión en una conferencia de prensa el martes.
La propuesta cubre solo declaraciones explícitas hechas voluntariamente por las empresas para los consumidores, que se relacionan con el impacto ambiental, el aspecto o el rendimiento de un producto o el comerciante mismo, y adoptan un enfoque de “ciclo de vida”, desde las materias primas hasta el final de la vida útil. vida.
“Necesitamos asegurarnos de que las empresas a las que les está yendo bien, que realmente están corroborando sus afirmaciones, obtengan una ventaja en estas prácticas de marketing y no compitan con empresas que no son realmente sólidas en las afirmaciones que hacen”, dijo el funcionario. agregando que la información deberá ser transparente y de fácil acceso para los consumidores a través de un enlace web o un código QR.
Estarán exentas las microempresas, las empresas con menos de 10 trabajadores o con una facturación inferior a 2 millones de euros.
Normas más estrictas sobre ecoetiquetado
Actualmente se encuentran más de 200 etiquetas ambientales en toda la UE, con más de 450 de ellas activas en todo el mundo.
Para luchar contra la proliferación de nuevas etiquetas y reforzar la confianza en las existentes, la Comisión propone reforzar los controles y la aplicación sobre la base de la certificación con verificadores independientes.
No se permitirán nuevos esquemas de etiquetado público después de que entre en vigor la directiva. Y solo se permitirán nuevos bajo la ley de la UE: si un estado miembro siente la necesidad de una nueva certificación, puede recurrir a la Unión Europea para desarrollarla.
Para los esquemas privados, se permitirán los nuevos, pero solo si se puede demostrar el valor agregado a las autoridades nacionales encargadas de aprobarlos.
Los esquemas públicos y privados de terceros países deberán someterse a un procedimiento de aprobación antes de ser admitidos en el mercado de la UE.
Además, ya no se permitirán etiquetas con puntajes agregados.
“La puntuación agregada significa que está acumulando una serie de impactos ambientales juntos y está comunicando esta puntuación agregada al consumidor”, explicó el funcionario de la Comisión. “Consideramos que esto podría ser engañoso porque no ves la imagen completa detrás de esto”.
Fuente: Euractiv