Los eurodiputados del Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo acordaron actualizar las normas existentes para el tratamiento de aguas residuales, pero debilitaron significativamente las normas para la eliminación de microcontaminantes transportados por las aguas residuales .
Hoy, la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo votó sobre nuevas normas de la UE sobre tratamiento de aguas residuales urbanas, actualizando la Directiva sobre tratamiento de aguas residuales urbanas vigente desde hace 30 años.
Ampliar las reglas existentes
Los eurodiputados votaron a favor de ampliar el ámbito de aplicación de la Directiva para cubrir las aglomeraciones más pequeñas, empezando por aquellas que tratan las aguas residuales del equivalente a 750 personas, pero al mismo tiempo retrasaron el plazo para el cumplimiento del tratamiento básico de las aguas residuales hasta 2032, dos años más tarde de lo que marcaba la Unión Europea. había propuesto la Comisión.
El Comité también aprobó nuevas reglas para la eliminación de nutrientes que se aplicarán progresivamente a las plantas de tratamiento de aguas residuales de tamaño mediano y grande hasta 2043, tres años más tarde que el cronograma propuesto por la Comisión.
Sara Johansson, responsable principal de políticas de la Oficina Europea de Medio Ambiente, afirmó:
“ Las aguas residuales llevan la huella de la contaminación que crea nuestra sociedad y son una presión conocida sobre los ecosistemas acuáticos. Los eurodiputados han demostrado hoy que están dispuestos a actualizar las normas de tratamiento de aguas residuales, pero todavía no parecen comprender el riesgo de que los microcontaminantes se propaguen a través de las aguas residuales, incluidos los vertidos de aguas residuales”.
Lucille Labayle, responsable de políticas de salud y calidad del agua de Surfrider Foundation Europe, dijo:
“La votación de hoy genera sentimientos muy encontrados. Por un lado, elogiamos los esfuerzos de la Comisión ENVI para abordar la contaminación de los biomedios y reforzar la propuesta de la Comisión en este sentido. Por otro lado, a pesar de mejorar el alcance de la Directiva y algunas de las normas para la gestión de aguas residuales, lamentamos profundamente que el resultado de esta votación no iguale el nivel de ambición necesario para actuar rápidamente contra la contaminación química”.
Los eurodiputados confirmaron su voluntad de abordar el problema de la contaminación de los biomedios. Garantizar la inclusión de esta fuente de contaminación microplástica y química y abogar por medidas preventivas obligatorias constituye un paso importante para abordar las amenazas crónicas y agudas que representan para el medio ambiente.
Resistencia a las nuevas normas sobre microcontaminantes y quien contamina paga
En lo que respecta a las nuevas normas sobre la eliminación de microcontaminantes que suponen un riesgo para el medio ambiente y la salud humana, como los residuos farmacéuticos, el Comité debilitó significativamente la propuesta de la Comisión en cuanto a qué plantas deberán modernizarse. Las normas aprobadas están muy por detrás de las prácticas existentes en otros países , como Suiza, y diluyen las normas para la protección de los ríos.
Además de eso, el Comité diluyó la propuesta de la Comisión de que el costo de mejorar el tratamiento de aguas residuales para eliminar los microcontaminantes debería ser asumido por los productores e importadores de los productos que dan lugar a la contaminación, a través de una Responsabilidad Ampliada del Productor (REP). Se introdujeron nuevas exenciones y una parte del coste de la mejora puede cubrirse con cargo al presupuesto público.
Adaptación al clima y vertidos de aguas residuales
Finalmente, los eurodiputados aprobaron que las ciudades establezcan planes de gestión de las aguas residuales urbanas para evitar los vertidos provocados por las lluvias. Sin embargo, estos planes no se pondrían a disposición del público, aunque contienen información medioambiental. Además, se introdujo un objetivo alternativo para limitar los derrames de aguas residuales, que es más laxo que las malas prácticas existentes en Europa.
Ahora le corresponde al Parlamento en pleno dar su opinión en la próxima votación plenaria en octubre.
Fuente: Euroepan Environmental Bureau