El empleo verde está en boga, el sector medioambiental está llamado a ser uno de los motores de la economía, impulsando la creación de puestos de trabajo. La OIT afirma que la transición a una Economía Circular podría generar 24 millones de puestos de trabajo en el mundo de aquí a 2030. Por eso, es tan apremiante apostar por establecer nuevas infraestructuras ambientales residuos y que Euskadi pueda impulsar la generación de nuevos puestos de trabajo, estables y de calidad, en sintonía con su compromiso por el desarrollo sostenible y la neutralidad climática.
Las metas europeas para 2050 es que el continente sea climáticamente neutro y disponga de una economía descarbonizada, moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, al desligar el crecimiento económico de la generación de emisiones de efecto invernadero. Para ello, es indispensable impulsar la circularidad en toda la cadena de valor, minimizando la generación de residuos e incrementando su reutilización, reciclaje y valorización. Euskadi es una de las regiones europeas más avanzadas en la transición verde y el Plan de Prevención y Gestión de Residuos del País Vasco 2030 (PPGR2030) estipula que en una década nuestra economía debe alcanzar una cota del 85% en la valorización de residuos no peligrosos, reduciendo hasta el 15% los desechos que acaban en eliminación.
Este objetivo solo puede cumplirse si se construyen nuevas infraestructuras ambientales de residuos, que además de ser indispensables como apoyo al sector industrial a la hora de gestionar y aprovechar sus residuos para que puedan volver a entrar en el ciclo productivo, es de esperar que funcionen como factor dinamizador de la economía vasca, generando nuevos nichos de mercado y creando un elevado número de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.
Oportunidad económica y de generación de empleo
La apuesta europea por la descarbonización y la circularidad como ejes del desarrollo obliga a una transición ecodigital que permita adaptar la economía para afrontar este reto. Euskadi es un alumno aplicado y con normas como la Estrategia de Economía Circular 2030 o el PPGR2030 ha dado pasos importantes en ese sentido, pero no son suficientes. Es necesario plasmar en la práctica el firme compromiso de Euskadi por el modelo económico circular y para ello es indispensable la creación de nuevas infraestructuras de gestión de residuos.
El sector ambiental y la gestión de residuos pueden ser elementos tractores del resto de sectores económicos, optimizando su competitividad, facilitando nuevas oportunidades económicas, y también liderando la creación de empleo. Actualmente, algo más del 2% de los trabajos en la CAV están relacionados con alguna actividad de la Economía Circular, los datos de Eustat ilustran que en 2021 el sector ambiental aglutinaba 21.610 puestos de trabajo a tiempo completo y, si bien las estimaciones oficiales prevén que de aquí a 2030 se generen 3.000 nuevos empleos, esta cifra puede quedarse corta debido a la capacidad dinamizadora y transversal del sector medioambiental.
En lo que respecta a España, la economía verde ya emplea a más de medio millón de personas, un 2,5% de la ocupación total, y el Observatorio de la Sostenibilidad estima que se podrían crear 1,13 millones de empleos verdes y otros 600.000 puestos de trabajo adicionales para 2030. Por su parte, la Comisión Europea manifiesta que la Economía Circular puede generar en el continente unos 700.000 nuevos puestos de trabajo de aquí a 2030. Además, hay que considerar que en términos de creación de empleo la actividad del reciclaje, valorización y gestión de residuos es la que encabeza esta dinámica en el sector ambiental.
En lo que respecta al futuro, las perspectivas son aun más positivas. Un estudio de LinkedIn exponía que en 2019 la oferta de empleos relacionados con la sostenibilidad creció un 49% en Europa pero esto se queda corto en comparación con las previsiones del informe “The Job Creation Potential of Zero Waste Solutions” elaborado por Zero Waste Europe. Sus estimaciones calculan que el sector de la gestión de residuos tiene potencial para crear 2,9 millones de puestos de trabajo en el viejo continente. Según los cálculos realizados, la reutilización crea casi 200 veces más puestos de trabajo, el reciclaje unas 50 veces más puestos de trabajo y la remanufactura casi 30 veces más puestos de trabajo que las actividades de eliminación. Además, estos nuevos empleos proporcionan salarios más altos, son puestos con una mayor permanencia y permiten que los trabajadores puedan utilizar sus habilidades más allá del trabajo manual básico.
Nuevos nichos laborales
Con el paso de una economía lineal a una circular lo esperable es que los sectores que producen y procesan materias primas disminuyan en tamaño, mientras que los del valorización, reciclaje y reparación experimenten un crecimiento. Lo que ocurre es que la creación de nuevos puestos de trabajo compensará la pérdida de empleos en los viejos sectores. Las actividades relacionadas con la economía circular asociada a energías renovables, la construcción orientada a la sostenibilidad, los servicios ambientales, el ecodiseño, la agricultura ecológica, el turismo sostenible y, sobre todo, la gestión y valorización de residuos se verán muy beneficiadas en la nueva estructura laboral.
Esta tendencia obligará al mercado laboral y académico a ajustarse, puesto que actualmente existe una carencia de perfiles que den respuesta a la demanda de estas nuevas ocupaciones. En algunos casos se trata de perfiles profesionales específicos para nuevos puestos de trabajo que irán surgiendo, y en otros se producirán cambios que harán que los empleos adquieran una nueva dimensión, teniendo que reconvertirse. En estos casos se necesitará una estrategia multiagente liderada por las instituciones que impulse planes de formación, titulaciones específicas y otras soluciones formativas que faciliten la incorporación a los nuevos puestos de trabajo, ya sea de los jóvenes como de desempleados. En este sentido, Aclima ha puesto en marcha iniciativas como el programa “Jóvenes Protagonistas de la Generación de Nuevos Yacimientos de Empleo Verde”, que busca promover el desarrollo de nuevas oportunidades de empleo en el sector medioambiental o el proyecto “Jóvenes empleos verdes” dirigido a impulsar el empleo verde, dirigido a jóvenes y empresas, a través de prácticas guiadas, formación ad hoc y acompañamiento al desarrollo profesional sostenible.
Pero para aprovechar las oportunidades de creación de nichos laborales que ofrece la Economía Circular es necesario apoyar los proyectos de infraestructuras ambientales de valorización y gestión de residuos, frente a posturas anquilosadas en el pasado que no valoran las ventajas y efectos positivos de este tipo de instalaciones en la economía del presente y el futuro.
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