Nuevo Plan de Acción de Economía Circular, incrementar la sostenibilidad ambiental y competitividad de la economía europea

Posted by aclimaadmin | 18/03/2020 | Blog Aclima

La Comisión Europea ha adoptado el nuevo Plan de Acción de Economía Circular, uno de los elementos clave de la estrategia europea para el desarrollo sostenible articulada en el Pacto Verde. En este conjunto normativo se recogen medidas que regulan todo el ciclo de vida de los productos para asegurar la sostenibilidad de los procesos de fabricación, distribución, consumo, reciclado y reutilización. El objetivo es adaptar la economía europea a lo establecido en el Pacto Verde, la neutralidad climática para 2050, al mismo tiempo que se asegura su competitividad y se confieren nuevos derechos a los consumidores.

Las directrices del plan se enfocan sobre todo en el diseño y la producción circulares, con el fin de garantizar que los recursos utilizados se mantengan en la economía de la Unión Europea durante el mayor tiempo posible. En estos momentos, el sector industrial supone el 20% de las emisiones de la UE, mientras que solo el 12% de los materiales que utiliza procede del reciclado. Además, es conocido que más del 90% de la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico tienen su origen en la extracción y el tratamiento de los recursos. Según ha informado la Comisión Europea, el plan y las iniciativas relacionadas se irán poniendo en práctica con la estrecha participación de las empresas y las partes interesadas.

Una Europa sostenible, competitiva y climáticamente responsable

 

La Unión Europea ha decidido que nuestro crecimiento económico ha de estar basado en la sostenibilidad, y en relación a esto, ha impulsado toda una serie de medidas alineadas con el Acuerdo de París, la reducción de emisiones y el impulso de la Economía Circular. El Pacto Verde Europeo (Green Deal), presentado en diciembre de 2019, establece la hoja de ruta a seguir para que Europa sea climáticamente neutra para el año 2050, además de promover el desarrollo sostenible y la transición ecológica en el viejo continente.  Otra de las claves de esta estrategia es la futura Ley del Clima, cuyo borrador ha sido presentado recientemente.

 

Mediante la transición a una economía más circular, las autoridades europeas persiguen reducir el consumo de los recursos naturales, establecer las condiciones necesarias para alcanzar la neutralidad climática en 2050 y poner coto a la pérdida de biodiversidad. La evidencia demuestra que esta transición hacia una Economía Circular puede resultar beneficiosa para la competitividad y el crecimiento económico, ya que, según los datos recabados, Europa redujo sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 23% entre 1990 y 2018, consiguiendo a la vez que su economía experimentase un crecimiento del 61%. Es por esto que  la Comisión Europea estima que convertir nuestra economía en más circular mejorará su competitividad y servirá como palanca para la creación de empleo. Así, sus previsiones publicadas en un informe cifran en un 0,5% el crecimiento del PIB europeo para la próxima década y espera la creación de unos 700.000 nuevos puestos de trabajo en el conjunto de la UE, de los cuales 200.000 podrían ser en el Estado Español.

 

Medidas del Plan de Acción de la Economía Circular

 

La transición hacia una Economía Circular y un desarrollo sostenible necesita una serie de directrices que afecten a las áreas estratégicas de los sectores industrial, ambiental de distribución, etc. La Unión Europea pretende destinar un billón de euros para este objetivo, y el Plan de Acción aprobado consta de estas medidas:

 

-Hacer que los productos sostenibles sean la norma en la UE. La Comisión propondrá legislación para una política de productos sostenible para garantizar que los productos comercializados en el mercado de la Unión Europea estén diseñados para durar más, sean más fáciles de reutilizar, reparar y reciclar, e incorporen en la medida de lo posible material reciclado en lugar de materias primas primarias. Esto conllevará que se restringirán los productos de un solo uso, se combatirá la obsolescencia programada y se prohibirá la destrucción de bienes duraderos no vendidos.

 

Empoderar a los consumidores. Se pretende que tengan acceso a información fidedigna sobre aspectos como la reparabilidad y la durabilidad de los productos para que puedan tomar decisiones ambientalmente sostenibles. Los consumidores se beneficiarán de un verdadero «derecho de reparación».

 

-Enfocar la acción en los sectores que utilizan más recursos y donde el potencial de circularidad es mayor:

  • Electrónica y TIC. Una “Iniciativa sobre la Electrónica Circular” alargará la vida útil de los productos y mejorará la recogida y el tratamiento de los residuos.
  • Baterías y vehículos. Se impulsará un nuevo marco regulador para mejorar su sostenibilidad y circularidad.
  • Envases y embalajes. Nuevos requisitos obligatorios para definir lo permitido en el mercado de la UE, que ncluyen una reducción del embalaje excesivo.
  • Plásticos. Nuevos requisitos obligatorios para el contenido reciclado y atención especial a los microplásticos, así como a los plásticos de base biológica y biodegradables.
  • Productos textiles. Se impulsará una nueva estrategia para fortalecer la competitividad y la innovación en el sector, además de fomentar la reutilización textil.
  • Construcción y vivienda. Nueva estrategia integral de sostenibilidad que promueva principios de circularidad para edificios.
  • Alimentos. Nueva iniciativa legislativa sobre la reutilización para sustituir los envases, la vajilla y la cubertería de un solo uso por productos reutilizables en los servicios alimentarios.

 

  • Garantizar que se produzcan menos residuos. Se tratará de evitar el desperdicio por completo y transformarlo en recursos secundarios de alta calidad que se integren en un eficiente mercado de materias primas secundarias. La Comisión estudiará la posibilidad de establecer un modelo armonizado a escala de la UE de recogida separada de residuos y su etiquetado. También se pretende reducir al mínimo las exportaciones de residuos de la Unión Europea y hacer frente a los traslados ilícitos.

 

Primer Plan de Acción de la Economía Circular

 

Este nuevo plan es en realidad el desarrollo a partir del primero, impulsado en diciembre de 2015. El año pasado, la Comisión Europea publicó un informe completo sobre sus resultados. Este primer plan constaba de las 54 acciones, que en 2019 ya estaban en marcha o bien siendo implementadas. De acuerdo con el análisis llevado a cabo, la ejecución del primer Plan de Acción de la Economía Circular ha conseguido promover la transición hacia una Economía Circular en Europa, a la vez que ha servido para incentivar la creación de nuevos empleos. Según datos de 2016, más de cuatro millones de trabajadores trabajaban en los sectores relacionados con la Economía Circular, lo que supone un crecimiento del 6% en comparación con 2012.

 

También es reseñable que la aplicación del plan ha hecho surgir nuevas oportunidades de negocio, mediante la adopción de nuevos modelos y el desarrollo de nuevos mercados dentro y fuera de la Unión Europea. En 2016, las actividades circulares, como la reparación, la reutilización o el reciclaje, generaron un valor agregado de casi 147.000 millones de euros y representaron inversiones por alrededor de 17.500 millones de euros.

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