Recientemente, el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la UE ha ratificado el acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC). Esta nueva normativa se alinea con los objetivos del Pacto Verde Europeo, por lo que se primarán las prácticas agrícolas y ganaderas que proporcionen beneficios climáticos y medioambientales. En este sentido, se introduce el concepto de los ecoesquemas, como medios transformadores de la agricultura y ganadería europeas para convertirlas en más sostenibles ambientalmente. Estos ecoesquemas, que los Estados miembros deberán detallar en sus planes estratégicos, consisten en prácticas voluntarias que tienen como objetivo incrementar la sostenibilidad de las explotaciones. Según el acuerdo alcanzado, los ecoesquemas empezarán a aplicarse a partir de 2023 y recibirán al menos el 25% de las ayudas directas direccionadas por los Estados.
Una política agraria más sostenible y circular
Como no podía ser de otra forma, los objetivos del Pacto Verde Europeo, que busca para el continente un desarrollo que conjugue el progreso económico con el respeto al medio ambiente, han influido en la reforma de la PAC. La nueva Política Agraria Común intensifica las medidas medioambientales, además de garantizar el apoyo institucional a las explotaciones más pequeñas, las dirigidas por mujeres y por jóvenes agricultores. La idea es conseguir una agricultura sostenible para Europa, donde primen los criterios circulares y posibilite la generación de alimentos asequibles y seguros, a la vez que se conservan los recursos naturales respetando el equilibrio de los ecosistemas.
La PAC representa alrededor de un tercio del presupuesto de la UE y, tras la introducción de un régimen transitorio a finales de 2020, su nuevo modelo entrará en vigor en el periodo 2023-2027. Aunque el acuerdo alcanzado es provisional no se esperan cambios significativos en su versión final. Se lleva trabajando en la reforma de la PAC desde 2018, cuando se presentaron tres propuestas legislativas que incluían las reformas y mejoras que se querían habilitar en la nueva Política Agraria Común: pagos directos e intervenciones de desarrollo rural más selectivos y sujetos a una planificación estratégica, notificación anual por parte de los Estados miembros de sus avances, incluir normas medioambientales y medidas voluntarias adicionales para los agricultores y ganaderos.
La nueva PAC requiere que los Estados miembros elaboren un Plan Estratégico para adaptar su aplicación a las necesidades y problemas específicos de los diferentes modelos de agricultura de cada país.El Plan Estratégico deberá estar elaborado antes de que finalice 2020, ya que tendrá que ser presentado ante la Comisión Europea, de la que depende su aprobación definitiva.
España podrá disponer de un presupuesto destinado a ayudas a agricultores y ganaderos de 47.724 millones de euros para el periodo 2021-27, cifra similar a la del periodo anterior. Además, se destinará el 60% de los importes de los pagos directos a ayuda básica a la renta en el Plan Estratégico que preparará el Estado para presentar a Europa. Con la nueva PAC se incrementa el porcentaje de los pagos directos que puede destinarse a las ayudas vinculadas a la producción (hasta el 13% con un 2% adicional destinado a cultivos proteicos), y también se impulsarán nuevas intervenciones sectoriales, como el apoyo al olivar tradicional.Próximamente, el ministerio convocará una Conferencia Sectorial monográfica con las comunidades autónomas para abordar la aplicación de la PAC.
Ecoesquemas
Se trata de unas de las principales novedades que trae la reforma de la Política Agraria Común y consisten en prácticas voluntarias destinadas a mejorar la sostenibilidad ambientalde las explotaciones. Recibirán al menos el 25% de los pagos directos de los Estados y deberán estar incluidos en los Planes Estratégicos que los Estados miembros presenten ante la Comisión Europea. Para ser aprobados, los ecoesquemas tienen que impulsar exigencias ambientales superiores a las de la condicionalidad reforzada de la PAC y consistir en medidas diferentes de las detalladas en las ayudas agroambientales.
En la práctica, una parte importante de las ayudas directas que percibirán los productores a partir del 2023 irán ligadas a compromisos ambientales. Las ayudas contarán con la suficiente flexibilidad para que los fondos que no se empleen un año concreto puedan usarse posteriormente, especialmente durante los dos primeros años. Los ecoesquemas propondrán distintos grados de exigencias a cumplir para acceder a las ayudas y, de igual manera, un mismo agricultor o ganadero podrá participar en varios ecoesquemas de manera simultánea.
Los ecoesquemas para España propuestos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación son estos:
2-Manejo apropiado de los pastos: siega de prados y márgenes sin segar.
4-Agricultura de precisión. Plan de gestión de nutrientes.
5-Prácticas alternativas a la quema al aire libre de restos de cosecha y poda.
5.1 Cubiertas vegetales inertes.
5.2 Valorización energética de biomasa vegetal.
5.3 Compostaje.
6-Práctica en materia de uso sostenible de fitosanitarios.
9-Prácticas para la mejora de la biodiversidad.
9.1. Márgenes multifuncionales e islas de biodiversidad.
9.2. Zonas de no cosechado y mantenimiento del cultivo.
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