Sabíamos que el sector del medio ambiente engloba a empresas y personas indispensables para el correcto funcionamiento social. La recogida y gestión de residuos, que hace que nuestras calles y plazas estén limpias y que los residuos se trasladen y traten de forma adecuada, o el tratamiento y gestión de las aguas, que permiten que nuestros efluentes tanto de industrias como casas se depuren para afectar mínimamente a nuestras reservas de aguas naturales. Estos son dos claros ejemplos de la contribución positiva del sector ambiental a nuestra sociedad. Pero hay más, como las ingenierías y empresas de bienes de equipo que diseñan y fabrican instalaciones y equipamientos para la depuración de nuestros efluentes contaminados ya sea al aire o al agua, o las consultorías ambientales que apoyan a la industria y las instituciones públicas en la integración del medio ambiente en sus estrategias. Así mismo, la importancia del sector del medio ambiente en la economía es indudable, puesto que constituye uno de los pilares del desarrollo sostenible y porque se ha convertido en el motor de la nueva estrategia europea de relanzamiento de la economía, el Green Deal.
Los servicios medioambientales, esenciales para nuestra sociedad
Esta importancia del sector de medio ambiente se ha puesto de nuevo de relevancia en esta crisis sanitaria global por el COVID-19. Durante la pandemia que estamos padeciendo, las personas, profesionales y empresas que conforman el sector ambiental están siendo reconocidos como estratégicos y esenciales dentro de nuestra sociedad. Durante el estado de alarma y, concretamente en el período de confinamiento total, ha sido necesario asegurar el funcionamiento de los llamados servicios esenciales, definidos en la Ley 8/2011, de 28 de abril, por la que se establecen medidas para la protección de infraestructuras críticas. Estos servicios esenciales velan por el mantenimiento de las funciones sociales básicas, la salud, la seguridad, el bienestar social y económico de los ciudadanos, o el eficaz funcionamiento de las instituciones. Entre ellos, se ha incluido al sector ambiental, la gestión de residuos, las actividades de descontaminación, el abastecimiento, depuración, conducción, potabilización y saneamiento del agua y, todas aquellas actividades indispensables para asegurar el funcionamiento de las primeras mencionadas.
La labor del sector ambiental también es importante en la medida que contribuye a mantener una parte del empleo durante la crisis, ya que en él trabajan muchas personas dedicadas a garantizar la correcta gestión de los residuos, los parámetros de calidad del agua que consumimos, o asegurando el funcionamiento de las plantas y servicios de energía renovable. En toda Europa existe una red de infraestructuras ambientales, que incluye desde potabilizadoras o depuradoras a depósitos controlados, plantas de valorización de residuos, o instalaciones de energía. En todos estos lugares, el personal continúa con su labor, en estos momentos tan críticos para todo el conjunto de la sociedad. Desde Aclima, les damos las gracias.
Este reconocimiento del carácter estratégico y fundamental en estos momentos de crisis de las actividades del sector ambiental no se limita sólo al territorio nacional, el decreto italiano del 22 de marzo por el que se limita la actividad a los sectores esenciales también garantiza la actividad del sector del medio ambiente, legislando la movilidad de los trabajadores, el transporte de residuos y el acceso a los suministros necesarios, particularmente los equipos de protección individual de los trabajadores. Y como en Italia, en todo el resto de países europeos.
Muchas agentes relevantes de nuestra sociedad han defendido la consideración de servicio estratégico para las actividades ambientales. Desde dentro del propio sector: ASEGRE, la Asociación española de Gestores de Residuos, la Federación Europea de Gestores de Residuos -FEAD, la Confederación Europea de Industrias de Reciclaje (EuRIC), Y desde fuera del mismo, la ONU, ha manifestado públicamente que la gestión de residuos es un servicio esencial ante la crisis sanitaria, ya que permite minimizar posibles impactos secundarios sobre la salud y el medio ambiente.
Gestión correcta de los residuos sanitarios
Un aspecto especialmente importante en la crisis sanitaria es la correcta gestión de los residuos sanitarios, que en determinadas regiones han aumentado hasta un 300%. debido a la pandemia, se ha incrementado el volumen de residuos médicos y peligrosos, incluidos mascarillas, guantes y otros equipos de protección infectados, así como un mayor número de artículos no infectados de la misma naturaleza. Ante esta escalada, las instituciones públicas en colaboración con el sector de gestión de residuos han establecido acciones para asegurar la correcta recogida y tratamiento de los mismos. Una incorrecta gestión de estos elementos podría desencadenar un efecto rebote y otras consecuencias en la salud humana y el medio ambiente, por lo que se han extremado las medidas de precaución en su tratamiento.
Las Autoridades Competentes han publicado normativas y guías que permiten definir criterios y normas que pueden seguir tanto la población como los centros sanitarios y socios sanitarios como la industria.
En este sentido, las Directrices técnicas sobre el manejo ambientalmente racional de los desechos biomédicos y sanitarios del Convenio de Basilea de la ONU incluyen información y aspectos prácticos útiles para las autoridades con el objetivo de minimizar los riesgos para la salud humana y el medio ambiente.
Y en Euskadi, la Viceconsejería de Medio Ambiente ha publicado la correcta gestión de residuos, que se convierte en este contexto en un servicio público urgente e indispensable para minimizar posibles impactos secundarios sobre la salud y el medio ambiente. Es completamente necesario gestionar correctamente los residuos biomédicos (EPIs, macarillas etc.) para evitar posibles nuevos brotes, además de que el confinamiento de la población convierte en más importante que nunca la recogida y tratamiento regular de los residuos urbanos, para garantizar la salubridad del entorno.
Servicios esenciales durante el COVID-19 de socios de Aclima en Euskadi
Una muestra de la utilidad del sector ambiental en este periodo de pandemia también se ha evidenciado en Euskadi, donde el sector ambiental está en primera línea de acción aportando de servicios y actividades esenciales, indispensables para la salida de esta crisis sanitaria.
Desde actividades directamente relacionadas con la salud, como la puesta a disposición de la Autoridades y la Industria de equipos de para la realización de análisis genéticos RT-PCR para la detección del COVID como la empresas ANBIOLAB. Servicios de desinfección de COVID19 por numerosas técnicas desinfecciones químicas y mediante luz ultravioleta, cámaras termográficas, analíticas de superficies y ambiental, higienización de los sistemas de climatización, limpieza con cañón nebulizador y arcos de desinfección para vehículos y personas, desarrollados por empresas como SADER y QUIMYCAT, GRUPO ONDOAN y CESPA GR. O empresas que producen equipos de protección como viseras MAIER
Y no debemos olvidar, las empresas de tratamiento y gestión de residuos y el agua (https://aclima.eus/somos/directorio-de-socios/)que se han convertido en un elemento clave para permitir la continuidad de la actividad industrial y social. La industria química y farmacéutica, el propio sector de la salud, las actividades dependientes del transporte o el sector de la alimentación, no podrían haber seguido prestando sus servicios en Euskadi si los trabajadores, profesionales y empresas del sector ambiental en estos ámbitos no hubieran seguido en marcha.
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